Las obras del parque de Navia inutilizan desde hace tres años 200 aparcamientos

La Xunta rescindió el contrato a la constructora, en proceso concursal, y los trabajos están parados

maría lópez

El aparcamiento ya escasea en el barrio más joven de la ciudad: el polígono residencial de Navia. Su arteria principal, Teixugueiras, se ha quedado pequeña para acoger a todos los vehículos que necesitan estacionar en la urbanización, y algunos conductores improvisan plazas en medio de calles sin salida o en las proximidades de las rotondas para poder inmovilizar sus coches, sin dejar de lado la tradicional doble fila o la ocupación de las paradas de Vitrasa. Ante esta situación, la asociación vecinal de la parroquia reclama la apertura de Pedra Seixa y Limpiños, dos calles que suman más de 200 aparcamientos y que permanecen cerradas desde hace tres años por las obras de la zona verde.

Teniendo en cuenta que los trabajos llevan semanas paralizados –la Xunta rescindió el contrato a la constructora, inmersa en un proceso concursal– y que la urbanización está tomando impulso con la llegada de cientos de nuevas familias, los residentes consideran necesario dotar al barrio de más estacionamientos para subsanar lo que definen como "un problema". "Los dos viales bordean el parque y están completamente inutilizados. Aparte de lo que se refiere a los aparcamientos, el cierre al tráfico de Pedra Seixa impide a los ciudadanos desplazarse de la parte nueva a la antigua de Navia por ese acceso y hay que dar un buen rodeo", lamenta el presidente vecinal, Francisco Piñeiro.

Otra calle infrautilizada a la hora de aparcar es Ufas, que actúa como un parking al aire libre para los vehículos de grandes dimensiones de las autoescuelas. "Solicitamos señales para obligar al estacionamiento en batería, y se instalaron, pero nadie las respeta", revela Piñeiro.

Según los datos que maneja la Concejalía de Tráfico, Navia cuenta con 850 plazas para vehículos que se distribuyen en Teixugueiras, Poza Cabalo, Pedra Seixa y Ufas –no se tiene en cuenta Limpiños–. David Trigo, uno de los 9.000 residentes que ya viven en la urbanización, coincide con el presidente vecinal en que si se abren las calles ahora cerradas, se solucionaría la falta de aparcamiento. "También se necesitaría más concienciación entre la gente porque hay personas muy cómodas que quieren dejar el coche al lado de casa", apunta David. Aunque la mayoría de los ciudadanos del barrio disponen de garaje, "muchas familias tienen dos coches y uno tienen que aparcarlo fuera", comentan los residentes.

Ante la previsión de que el polígono alcance un padrón de 15.000 habitantes tras su completo desarrollo, algunos vecinos apuestan por la construcción de un parking subterráneo, un proyecto que se contempla en la última fase del PAU pero que se desconoce si se llevará a cabo.

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