El espíritu navideño lima asperezas en el bipartito

Los ediles del gobierno comen juntos en Coruxo

j.p.

Los socios de gobierno tienen periódicamente sus más y sus menos, el más reciente por las discrepancias sobre la ubicación del albergue, pero cuando se aproxima la Navidad se sientan sin falta a compartir mesa y mantel. A cinco meses de las elecciones municipales, cuando cada partido marca territorio y vende su gestión, los concejales del PSOE y el BNG, con el regidor y el teniente de alcalde a la cabeza, celebraron ayer una discreta comida de confraternización en un restaurante de Coruxo. El ambiente fue distendido, según contaron algunos asistentes. Caballero y Domínguez, aliados ahora y rivales en mayo, se sentaron frente a frente, y los demás ediles se mezclaron sin distinción de siglas. Cada uno, aseguran, pagó su plato. Entrantes, carne o pescado y postres, un menú sin excesos.

El matrimonio político entre socialistas y nacionalistas sufrió fuertes tensiones públicas hasta la derrota del bipartito en las elecciones autonómicas del 1 de marzo de 2009. Alertados por la imagen de división que podrían transmitir, pasaron a resolver las rencillas dentro de casa, y la relación, con sus baches, mejoró. El espíritu navideño, además, se impuso desde el principio a las diferencias. "Aprobamos los cuatro presupuestos y comemos juntos todas las Navidades", presume uno de los ediles. Los almuerzos para estrechar lazos se amplían, además, a otras ocasiones especiales, como fue el ecuador de la legislatura.

La ubicación del albergue, que desde la primera propuesta generó roces entre PSOE y BNG, volvió a distanciar en las últimas semanas al alcalde de sus socios. Caballero hizo ayer mismo por la mañana declaraciones sobre los preparativos para abrirlo de forma provisional "la próxima semana" en la antigua Escuela de Hostelería pese a que los nacionalistas ya ofertan un refugio en el pabellón de O Berbés. Sin embargo, la Navidad une y ayuda a limar asperezas.

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