La playa de Sobreira, en Canido, amaneció ayer con una ballena de 3.000 kilos y 6,5 metros de largo muerta en la orilla. Los curiosos que se acercaron a la zona tuvieron la oportunidad, casi única, de observar a este cetáceo en tierra firme, puesto que solo suele llegar a las costas de Vigo y su entorno en un par de ocasiones cada año, según explica el presidente de Cemma (Coordinadora para el Estudio de Mamíferos Marinos), Alfredo López. En el conjunto de Galicia, las ballenas apenas representan el 5% de los varamientos.

El experto estuvo toda la mañana en la playa acompañado de su equipo y de una unidad de la Policía Local para encargarse del estudio y retirada del mamífero, que probablemente será incinerado. Debido a sus dimensiones y a la falta de medios, ayer no fue posible trasladarlo y permanecerá hasta el lunes en el arenal. Mientras tanto, el Concello realiza las gestiones con la Consellería de Medio Ambiente.

Los biólogos que hallaron la ballena creen que se trata de una hembra de Rorcual aliblanco en edad juvenil que lleva muerta al menos dos semanas debido a su estado de descomposición. "Por su deterioro no pudimos recoger demasiadas muestras. Sí le quitamos algunos huesos para certificar la especie", justifica el presidente de Cemma. Al ejemplar le falta la mayor parte de la cabeza, donde se observaron mordeduras de animales que se alimentaron de él.

Alfredo López explica que esta ballena es una de las que tiene menores dimensiones y que vive más cerca de la costa, entre los 50 y los 300 metros de profundidad, en la plataforma continental. Afirma que el temporal fue el causante de la llegada del mamífero marino a una playa de Vigo.

Desde Cemma revelan que el número de varamientos en las costas gallegas ha descendido este año casi a la mitad en relación a 2009. "En los últimos cinco años, la tendencia que se registraba era un crecimiento anual, alcanzando los 300, y por ahora solo hemos atendido sobre 150", especifican. ¿Por qué? "Fundamentalmente se debe a que la población de cetáceos también ha disminuido. Compañeros de Portugal nos comentan que allí sucede lo mismo. Estamos investigando las corrientes y la alimentación de estos animales", concluye Alfredo López.