La fuente luminosa de la alameda lleva meses fuera de servicio. Vecinos del entorno han denunciado esta situación en el Concello, al considerar que es un elemento referencial de la zona, pero no han obtenido respuesta satisfactoria del Concello. Tras varios intentos y consultas en distintas concejalías, la respuesta hasta ahora oficial es que se va a mantener seca porque está prevista una remodelación del jardín. Mientras, seguirá seca.

Los vecinos lamentan el abandono de esta fuente, la primera con juegos de luz y agua que hubo en Vigo y creen que con independencia de las obras previstas para el conjunto de la alameda, debería estar en funcionamiento. “Constituye uno de sus elementos ornamentales más destacados”, afirman. El jardín cuenta con una fuente ornamental en cada extremo.

El proyecto para la construcción de esta fuente se redactó en abril de 1955, firmado conjuntamente por el arquitecto municipal Emilio Bugallo en colaboración con un ingeniero industrial. Bagayo Orozco había firmado diez años antes otro proyecto para una “fuente monumental” en la alameda que no llegó a materializarse.

Entre estos dos proyectos debió existir otro, según señala el arquitecto José Antonio Martín Curty en su libro sobre la alameda, pues en la memoria del de 1955, Bugallo señala que “después de haber considerado los señores concejales que la fuente a construir era demasiado pobre, no estando en consonancia con la edificación y la importancia de la alameda, se proyecta esta fuente luminosa”... Y la de 1945 posiblemente no se llegó a realizar por su propia magnitud.

Sin globo terráqueo

En el proyecto que se quedó en el papel se sustituyó el globo terráqueo de cantería, que era el elemento central del conjunto, por un juego de agua y luz.

También se abandonó la idea de ubicar la fuente en una plazoleta rehundida que posibilitara perspectivas múltiples, quedando reducido el proyecto al pilón de forma circular con cuatro ojivas de las que surge una taza circular decoradas con estrías acaracoladas muy similar a la proyectada diez años antes.

Sobre los materiales a emplear, en la Memoria se señala que “las obras de fábrica serán de hormigón en masa y hormigón armado en las partes ocultas y de granito fino de Castrelos trabajado a lima, las partes vistas”.

La construcción de la fuente corrió a cargo de la empresa Ramón Beamonte por un importe de 99.500 pesetas. No figuraban los trabajos de jardinería que, según la documentación de la época, “serán realizados posteriormente por administración” de los que no hay referencias.