El ministro de Transportes de Portugal, Antonio Mendoza, dedicó ayer su intervención en la Comisión Parlamentaria de Obras Públicas a la polémica implantación del peaje en las autovías de su país. Seis días después de instaurarse el cobro en las conocidas como SCUT, Mendoza reveló que cerca del 60% de los vehículos que las transitan paga el canon, "lo que es un número muy significativo", dijo, para luego matizar que ese porcentaje se refería al primer día de entrada en servicio de dicho sistema, el pasado viernes 15 de octubre.

Pese al énfasis positivo que imprimió el alto cargo del Ejecutivo luso a ese balance, analizando sus datos a la inversa, indican que el 40% de los conductores que transitaron por esa autovía lo hicieron sin pagar el canon. De momento no está claro si estos conductores serán sancionados, pero en las próximas semanas comenzarán las patrullas de la GNR y los conductores que eludan el pago podría ser sancionados con un mínimo de 25 euros. Hasta ayer, y según las informaciones del ministro, la concesionaria de las autovías había vendido más de 70.000 dispositivos y más de 30.000 viajeros ya habían solicitado algún tipo de exenciones aprobadas para las distintas SCUT.

Las declaraciones del ministro se producen después de que empresarios del Norte de su país y del sur de Galicia pidieran juntos a Bruselas explicaciones por ese "telepeaje". Entre otras razones, dudan de la legalidad comunitaria del sistema impuesto al considerarlo "discriminatorio" para los extranjeros. Sobre todo centran sus críticas en la obligatoriedad de realizar un mínimo de tres viajes al mes para no perder los 50 euros desembolsados en concepto de recarga (a lo que hay que añadir 27 euros por el coste del dispositivo electrónico). Pero mientras los gallegos, por ejemplo, solo pueden circular por la A28 comprando ese aparato con recarga incluida, los portugueses disponen de varias alternativas, entre ellas, el pago directo en las cabinas o hasta diez días después de la fecha de utilización.

"Ordenada y equitativa"

Antonio Mendoza rechaza esas críticas, que atribuyó a las presiones de grupos económicos. Sí reconoció la complejidad en la implantación del peaje si bien la calificó de "equitativa". "No hay discriminación contra los extranjeros, en particular de los ciudadanos españoles. Pero lo que no se puede hacer es gobernar al antojo de las presiones de un grupo económico en particular", remachó.

Antes de concluir su réplica a los empresarios, el titular de Transportes reiteró los argumentos de su gobierno para justificar la medida. "La introducción de los peajes en las SCUT no es un capricho del gobierno, sino una medida que se ajusta a diversos criterios y requisitos", en el contexto de la "difícil situación económica que atraviesa el país". Además, volvió a defender la aplicación del peaje recalcando la "normalidad" en los primeros días de cobro, y agradeciendo el "orden, responsabilidad y concienciación" de los usuarios.