La Autoridad Portuaria de Vigo revisará el proyecto de reforma llamado a convertir la nave de rederos en un centro gastronómico de productos de la Ría. Se mantendrá la filosofía inicial de estrechar vínculos entre el Puerto y la ciudad, pero cambia por completo el contenido del inmueble, que no tendrá finalmente usos hosteleros. La decisión se hizo pública ayer por la tarde, apenas 24 horas después de la reunión mantenida por la presidenta del organismo, Corina Porro, con representantes de la asociación de comerciantes y hosteleros del Casco Vello.

Los 2.250 metros cuadrados de la nave se destinarán "a la promoción y difusión de la actividad pesquera", eliminándose los siete restaurantes y las marisquerías que estaba previsto construir en el pabellón central, aprovechando las vistas al mar. Lo que no se modifica es el uso didáctico del inmueble, puesto que se incluirá en el proyecto definitivo un aula de formación y enseñanza "en la que pretendemos desarrollar actividades educativas en colaboración con colegios y asociaciones de todo tipo", avanzó ayer la presidenta portuaria. El inmueble se completará con salas que se pondrán a disposición del sector pesquero vigués y cuyo destino exacto se definirá a lo largo de este mes.

Cambian los usos, pero el proyecto de reforma como tal se mantiene intacto, pues se conserva la práctica totalidad de la estructura original de hormigón y las dos entradas del edificio bajo marquesinas: una orientada al Este, que enlaza el complejo con el centro comercial, y otra hacia la zona de O Berbés.

La inversión supera los 1,8 millones de euros y la obra contempla además la limpieza y reforma del pequeño almacén colindante a la nave de rederos, que continuará siendo de uso exclusivo de los armadores. El proyecto incluye, por último, la eliminación de la valla que impide ahora acceder a la dársena, así como la renovación del pavimento en el entorno para facilitar el tránsito de peatones desde A Laxe y Cánovas del Castillo.

La Autoridad Portuaria anunció ayer el que considera "un pequeño cambio en el planteamiento de la obra fruto de nuestra voluntad de diálogo", subrayó Porro, mientras que el presidente de la asociación Vigovello, Anxo Méndez, celebraba "la revisión sustancial del complejo". El primer proyecto fue duramente criticado por los comerciantes y hosteleros del Casco Vello, que interpretaban como "competencia desleal" para los negocios tradicionales del barrio los restaurantes y la pescadoteca previstos en el inmueble de O Berbés.

Su portavoz se mostró ayer "muy satisfecho" con los cambios en la actuación y atribuyó la decisión de la Autoridad Portuaria "a la oposición frontal demostrada por todo el Casco Vello", donde se recogieron firmas en contra del proyecto y se envió un escrito al Concello, que también se posicionó en contra por entender que los locales de hostelería anunciados contravienen los usos permitidos en el Plan Especial del Puerto.

Superadas las diferencias con el Puerto de Vigo, Anxo Méndez agradeció ayer la invitación de la presidenta del Puerto a realizar propuestas sobre los posibles usos de la nave, al quedar espacio libre tras la eliminación de los siete restaurantes. La confirmación de este extremo se produjo después de que el día 24 de septiembre entrara en el registro de la Subdelegación del Gobierno de Pontevedra una solicitud conjunta de la asociación de vecinos y de la de comerciantes del Casco Vello para realizar el próximo 7 de octubre una manifestación "contra la conversión de la nave de rederos en locales de restauración", convocatoria que ahora queda sin efecto.