El auto del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que desecha el derribo de la urbanización de 180 pisos en Jacinto Benavente tras recibir licencia municipal al amparo del nuevo Plan Xeral, adelantado por FARO, genera expectativas favorables para otros afectados con viviendas sobre las que pesan sentencias de demolición. El concejal de Urbanismo, José Mariño, afirmó ayer que el fallo del TSXG "abre un camino a nuevas posibilidades en otras edificaciones", en referencia a que los inmuebles con fallos condenatorios que encajen en el PXOM y obtengan permiso del Concello podrían resolver los graves problemas legales que arrastran desde hace años.

"Es una gran noticia, sobre todo para los vecinos. Un paso adelante", manifestó sobre el auto de Jacinto Benavente el edil, quien no quiso extenderse a la espera de que los servicios jurídicos analicen a fondo el auto, ya que éste da la opción al recurrente, Eduardo Canabal, de exigir compensación económica por la inejecución del derribo. "Es un fallo positivo y se está analizando. Felicito a los técnicos de la casa", añadió.

El Concello decidió presentar un incidente de inejecución de Jacinto Benavente ante el TSXG tras darle licencia, y su intención, visto el resultado, es seguir el mismo camino para otras edificaciones en la misma tesitura, aunque no en todas. El criterio es que se integren en el entorno y que no hubiese mala fe a la hora de conceder el permiso. Por ahora no se ha otorgado a otras urbanizaciones, pero hay proyectos de legalización en trámite en Rosalía de Castro (500 viviendas), las dos torres Ifer (194), los apartoteles de Samil (230), o los bloques de A Pastora, todos ellos declarados ilegales por los tribunales. También siguieron los mismos pasos los afectados de Finca do Conde (dos torres con 228 pisos y un centro comercial) y O Piricoto (Castrelos), pero el gobierno local suspendió la tramitación al mantener que incumplen los criterios y seguirían sin ajustarse a las sentencias que ordenaron el derribo.