La iglesia del viejo asilo de Pi y Margall está a punto de cumplir el centenario mientras su demolición está sólo pendiente de licencia municipal. Del conjunto sólo se salvará la fachada del templo, donada a la Diócesis por los promotores de la urbanización prevista y que será reconstruida en el nuevo templo que se levanta en Navia.

La iglesia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados fue bendecida e inaugurada el 10 de julio de 1910, domingo, en un acto solemne presidido por el obispo de la Diócesis, Valeriano Menéndez Conde, que había llegado la tarde anterior procedente de Tui, hospedándose, como de costumbre, en la Casa de Caridad. Asistió también una nutrida representación municipal y numerosos invitados.

En la reseña de FARO se señala que se celebró misa solemne oficiada por el señor Ande y ocupó la Cátedra del Espíritu Santo el señor Olavide, y seguidamente se procedió al traslado del Santísimo desde la antigua capilla a la nueva iglesia. Orquesta y coros corrieron a cargo del señor Torres Creo y por la tarde hubo exposición, estación, rosario, discurso por el señor obispo y motetes.

Cuenta la crónica que durante toda la jornada el templo fue visitadísimo y que las obras, "que habían costado 20.000 duros de los que están aún en descubierto 7.000", se llevaron a cabo con el importante donativo de una persona piadosa, varias pequeñas subvenciones del ayuntamiento "y el finado señor García Barbón contribuyó con 500 pesetas". El local que antes era capilla pasó a destinarse a enfermería del asilo.

Desde 1892

El asilo de las Hermanitas es una de las muestras más destacadas del historicismo ecléctico del autor del proyecto, Manuel Felipe Quintana Ochaíta, que diseñó un conjunto formado por la iglesia en el centro y dos cuerpos bajos a cada lado. Se construyó en varias fases sufriendo sucesivas ampliaciones. Las nuevas alturas añadidas a los cuerpos laterales llegaron a ahogar totalmente a la iglesia.

Aunque son escasas las referencias documentales del proyecto y el proceso de construcción, en 1883, año en que se instalan en Vigo las Hermanas de los Ancianos Desamparados, hay constancia de las gestiones de los diputados provinciales Eduardo Iglesias y Juan Tapias para conseguir ayudas para levantar la casa-asilo de estas religiosas.

En 1892, Sor Fidencia de San Pedro superiora de la congregación, solicitó licencia municipal para una iglesia de estilo neogótico y dos casetas de planta baja, presentando el proyecto firmado por Manuel Felipe Quintana.

Señalan Jaime Garrido Rodríguez y José Ramón Iglesias que la fachada de la iglesia sufrió en su ejecución variaciones significativas en relación al proyecto neogótico primitivo, acentuándose su carácter ecléctico, "con una interpretación totalmente libre y apartada de cualquier rigor histórico".

Destacan también que en la culminación de la fachada existe una desproporción entre el reducido tamaño de la espadaña y el resto de la edificación. "La pobreza de su tratamiento contrasta con la ampulosa ornamentación del resto de la fachada, construida con excelente cantería" y achacan esa circunstancia a los problemas económicos que acompañaron el desarrollo de las obras.

Las trabajos se llevaron a cabo con gran lentitud y en febrero de 1921, Jenaro de la Fuente Domínguez trazó el proyecto de ampliación en dos plantas del cuerpo pegado al muro Oeste de la iglesia.

Más tarde, en octubre de 1939, Antonio Cominges Tapias proyectó la adición de un piso al volumen lateral situado al Este. En 1952 se inauguraron nuevas obras de ampliación.