La terminal de carga de Peinador se ha quedado obsoleta dos años después de la renovación del Puesto de Inspección Fronteriza (PIF). El aeropuerto vigués pierde una media de cuatro vuelos diarios de mercancías frente a competidores directos como Oporto o Vitoria debido al mal funcionamiento de su aduana y a un exceso de burocracia. El servicio funciona de ocho de la mañana a tres de la tarde, obligando a los aviones que aterrizan después de esa hora a esperar hasta el día siguiente para retirar el género e iniciar su distribución. A la demora de entre 12 y 18 horas en el transporte forzada por la reducida jornada en aduanas, los empresarios denuncian un segundo inconveniente: la necesidad de bajar la documentación original de la carga hasta la Administración Principal de Aduanas en Vigo para la emisión del levante, acto administrativo indispensable para retirar la carga del aeropuerto, donde deben presentar de nuevo los papeles una vez comprobados en la oficina de la calle Concepción Arenal.

Este procedimiento está haciendo mella en los tráficos de la terminal viguesa, que además de perder medio centenar de vuelos mensuales, ha dejado de ser referencia para grandes compañías como Yazaki Energy Systems, un proveedor nipón de cable, sexto del mundo, que suministra componentes a PSA Peugeot-Citroën desde Marruecos. Al tratarse de un país fuera del espacio europeo –no Schengen– está obligada a pasar aduana. Se integró en 2006 a la producción del modelo C4 Picasso, pero tras dos años volando a Peinador, donde tuvo en dos ocasiones que esperar desde el viernes al lunes para desembarcar su mercancía, ha decidido transportar las piezas a la terminal lusa de Sá Carneiro y realizar el viaje a Vigo por carretera.

Inmediatez

La mayoría de las firmas que operan con Peinador lo hacen "por urgencia", bien sea por que trabajan con productos perecederos o lo hacen a demanda, como los suministradores extranjeros de Citroën, que comunica sus pedidos de un día para otro. La imposibilidad de cumplir con esta inmediatez es la que ha obligado a abandonar a Yazaki. Y el suyo es sólo un ejemplo de los muchos que acumula en silencio el aeropuerto vigués. "Si una empresa fleta un avión de carga es porque necesita rapidez. Pero si lo que ganas en el vuelo frente a la carretera se pierde en trámites burocráticos ¿de qué vale?", se pregunta uno de los empresarios más afectados, que actúa de intermediario para varias firmas de pesca fresca del Puerto.

La dirección de Peinador ya conoce el malestar de los empresarios. Sin embargo, preguntada al respecto, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) deriva la resolución del problema al Ministerio de Sanidad.

La lentitud del servicio en Vigo la notan los proveedores de la automoción pero, sobre todo, los comercializadores de productos pesqueros, fundamentalmente de pesca fresca. Los víveres con dirección a Galicia tienen que permanecer almacenados en el aeropuerto más de 12 horas antes de desembarcar y miembros de la asociación de exportadores de pescado de Vigo (Acopevi) confirman que hay firmas que ya viajan directamente a Madrid o Guadalajara y distribuyen por carretera al resto de España. Sólo se mantienen las conexiones a Canarias "porque sigue siendo más barato que el barco, que tarda dos días y medio en llegar", subrayan desde el colectivo.

"Si hay aeropuertos que ofrecen aduana 24 horas y en casos como Portugal incluso el Estado cofinancia las operaciones, está claro que Vigo tiene muy difícil competir, y cada vez menos", explica una empresa que trabaja con Peinador y que denuncia además que su puesto aduanero "no es ni funciona como tal". Más allá de su reducido horario y de la presencia de un único funcionario, el otro gran problema de la terminal viguesa es que el personal asignado a aduanas no tiene potestad para emitir el levante de la carga, lo que obliga a bajar hasta el centro de la ciudad.