Las parroquias de Vigo aspiran a transmitir los valores de sencillez y austeridad. Algunas de ellas ya ofrecen a las familias celebrar las primeras comuniones los sábados por la tarde –además de los domingos a mediodía– para intentar reducir "los grandes banquetes" y sustituirlos por modestas meriendas o por unos pinchos. Así lo asegura el padre Cuevas, portavoz de la Diócesis de Tui-Vigo y párroco de La Soledad. "Los curas ´peleamos´ para que estas celebraciones no se conviertan en pequeñas bodas y algo vamos consiguiendo. En el caso de mi parroquia, este año serán más numerosas las ceremonias por las tardes que por las mañanas", confirma el sacerdote.

En el Cristo de la Victoria las comuniones solamente se organizan en horario vespertino. "Los vecinos ya conocen nuestra filosofía, que es una tradición. En la ciudad uno puede elegir donde celebrarla", explica el párroco Juan Antonio Terrón, quien asegura que las familias no se molestan por la imposición de horarios. "De esta forma facilitamos un festejo más austero y sencillo, en cambio por la mañana casi se obliga a preparar una comida", añade el padre Terrón. Esta iglesia de Coia se vuelca con las personas que tienen menos recursos económicos e incluso les ofrece la posibilidad de realizar el banquete de la comunión en los locales parroquiales. "Allí pueden hacer las meriendas", afirma el cura.

El caso de La Inmaculada, ubicada en la calle Toledo, es diferente. Aunque organiza dos turnos de mañana y uno por la tarde en la víspera de Corpus, su párroco, Manuel Salcido, asegura que "se trata de dar facilidades de horario a las familias". "Nosotros en los festejos que se hagan después de la primera comunión no nos metemos", aclara.

Desde la iglesia de Nuestra Señora del Rocío apuntan que la opción de combinar la celebración del sacramento en horario matutino y vespertino tuvo que dejarse a un lado por falta de demanda. "Ahora en la parroquia hay mucha gente mayor y ya no tenemos tantos niños, por lo que organizamos un solo turno de mañana el 6 de junio", indican.

Restaurantes

Además de la parte religiosa, la mayoría de las comuniones también conllevan una parte festiva, que con el paso de los años se ha ido incrementando de nivel hasta convertirse en "pequeñas bodas", algo que algunos párrocos de Vigo intentan evitar. El presidente de la Federación de Hostelería de Pontevedra, José Magaz, señala que estas celebraciones se siguen realizando –cifra un aumento aproximado del 5%–, pero de una forma más económica. "Se eligen menús más baratos con entrantes, carne y pescado. La mitad de las comidas de comunión no incluyen ni un solo plato de marisco, como mucho langostinos o centollo. El bogavante y la cigala han desaparecido", lamenta el propietario de Don Pepe, uno de los restaurantes que organiza más banquetes.