La reforma del muelle de comercio sigue adelante pese a la advertencia municipal de que incumple el Plan Especial del Puerto de Vigo. Su presidenta, Corina Porro, respondió ayer al Concello que su dictamen no es vinculante y que el proyecto "es plenamente legal y se ejecutará tal y como estaba previsto, sin modificar un sólo milímetro". Los técnicos portuarios se basan en que la primera fase de las obras, presupuestada en 3,4 millones de euros y que se encuentra actualmente en licitación, "sólo incluye instalaciones de uso portuario y espacios para cruceristas", posponiendo hasta la aprobación del Plan de Usos la construcción y apertura de 32 negocios de hostelería y comercios que darán servicio a los vecinos de la ciudad y a los cruceristas.

El informe de la Gerencia de Urbanismo enviado el lunes al Puerto advierte que la rehabilitación de las denominadas "naves de la fruta" vulnera la actual normativa urbanística, al introducir usos comerciales en un ámbito restringido a actividades portuarias y de almacenaje. La otra discrepancia que observan los técnicos municipales es la propuesta de introducir una entreplanta en la nave norte y una terraza hacia el mar en una parcela "fuera de las cuatro zonas portuarias previstas para edificación".

El dictamen "desfavorable" del gobierno local no afecta "en absoluto" a los planes de la Autoridad Portuaria, que ayer insistía en que la estructura de las naves se mantiene casi en su totalidad y que los trabajos que está previsto iniciar antes de verano se centran en la recuperación de los dos inmuebles, la mejora de los espacios comunes y el acondicionamiento de una zona ajardinada y salas de embarque y desembarque de viajeros. Estas estancias darán servicios tanto a cruceristas como a los usuarios del transporte de ría, pues está previsto habilitar el muelle para que pueda atracar detrás del edificio de la Xunta un tercer crucero los días en que coincidan varios buques en la ciudad. A mayores, la reforma de este espacio se aprovechará para construir una segunda estación marítima y reorganizar los servicios del transporte de Ría. Corina Porro reiteraba ayer la intención del Puerto de que los barcos a Cíes se trasladen desde la dársena de A Laxe a las "naves de la fruta", donde se ubicarán las oficinas de venta de billetes y se construirán nuevas instalaciones para la Guardia Civil.

"El proyecto que se pretende ejecutar ahora será en beneficio del Puerto y de los cruceristas en exclusiva", resalta la presidenta portuaria, que adelanta que los espacios destinados a restaurantes y tiendas tendrán que esperar a una segunda fase de la actuación en la que está previsto invertir otros 1,5 millones de euros. El Puerto prevé que en el plazo de dos años se pueda recuperar las naves para uso público y acondicionar el entorno para recibir en condiciones a los turistas.

El 19 de enero salieron a licitación las obras y el plazo para presentar ofertas finalizó el pasado 25 de febrero, por lo que ayer Porro adelantaba que "los trabajos se adjudicarán en nada. Es cuestión de días", aseguraba dando por seguro el mantenimiento de plazos y el desarrollo de la obra.