Una vuelta de tuerca más a la tecnología. Cerca de 90 taxis vigueses estrenarán un novedoso sistema de gestión inteligente que estará "a pleno rendimiento" antes de que comience el verano. La instalación de las aplicaciones y dispositivos, que necesita de varios meses de implantación de los sistemas operativos, será "inminente", según Eduardo Lafuente, director de servicios de Localización de Treelogic, la empresa asturiana que desarrolla el sistema.

La principal novedad que proporciona el sistema es el control en situaciones de seguridad. Cada taxi está localizado de forma remota en todo momento y el dispositivo de situación se encuentra oculto en el vehículo. En caso de una supuesta situación de emergencia, el coche se podría seguir al segundo, a pesar de que alguien sabotease el ordenador principal. Se implanta también un botón de emergencia que el taxista podrá pulsar en cualquier momento, que enviaría una señal de emergencia tanto a la central de control como, se hiciese falta, a las fuerzas de seguridad.

Radiotaxi, una de las dos emisoras que operan en Vigo, seguirá los pasos de las de ciudades como Oviedo, Avilés, Lisboa, Quito y Santiago de Guayaquil (las dos últimas en la República de Ecuador), que ya lo utilizan. Actualmente, Barcelona también está inmersa en la instalación de estos dispositivos y Treelogic asegura trabajar para que pronto se puedan encontrar también en países como Chile, México, Polonia y Jordania.

Los taxistas aseguran que el valor por coche de la instalación del mecanismo ronda los 4.000 euros, sin contar los gastos de los aparatos de la central de control. Una mayoría podría ya haberlo adquirido y sólo espera la próxima fase de implantación.

Ewhere es el nombre que reciben la central de control y los aparatos. Permitirá agilizar la petición de los servicios de taxi, al poder solicitarse por nuevos canales (internet, teléfono móvil, respuesta automática de operadores virtuales...) y minimizar el consumo de combustible a los vehículos, al enviar siempre a aquel que se encuentre más próximo al punto de recogida con el cliente. Se pretende reducir la espera y el gasto tanto al usuario como al propio taxista. Esto se consigue con el uso de un sistema cartográfico de última generación. "Se gestionarán mejor los despachos de los servicios, que hasta ahora se hacía de una forma rudimentaria y lenta", explica Lafuente. "En definitiva, se mejorará la calidad del servicio y se hará éste más productivo", añade.