Los vigueses recuperarán para su disfrute el entorno de la Estación Marítima, que se convertirá en una de las mayores zonas de esparcimiento de la ciudad junto al mar. Los más de 50.000 metros cuadrados distribuidos entre el muelle de trasatlánticos, la explanada del perímetro de la dársena de A Laxe y parte de la de pesqueros –al otro lado del centro comercial– se convertirán en un espacio de ocio con zonas ajardinadas y peatonales. "Vamos a colmar el deseo de los vigueses de encontrarse con el mar", enfatiza la presidenta de la Autoridad Portuaria, Corina Porro, quien ayer presentó el proyecto.

Las obras, cuya inversión asciende a 4,6 millones de euros, comenzarán en breve y se prevé que estén terminadas en otoño. "El proceso de contratación se iniciará de inmediato y los trabajos durarán 21 semanas", explica la titular portuaria. Esta planificación provocará que las obras se desarrollen en plena temporada de cruceros. "Intentaremos hacerlo compatible", garantiza.

La reforma se dividirá en cuatro fases. Tres de ellas, en las que se integra la humanización del muelle de trasatlánticos y el entorno de las dársenas de A Laxe y de pesqueros, comenzarán este año y podrán ejecutarse de forma simultánea. La cuarta, que contempla la creación de una plaza con mobiliario urbano y ajardinada entre la piscina del Real Club Náutico y el mar, tendrá que esperar a que venza, en 2011, la concesión que ostenta la entidad deportiva sobre ese espacio.

"Con esta intervención lograremos un puerto digno y daremos respuesta a las exigencias de las navieras de cruceros, que nos han pedido ya que estemos a la altura de las circunstancias", argumenta Porro respecto al tráfico de trasatlánticos, del que Vigo se convertirá este año en puerto base.

La intervención más ambiciosa se realizará en la terminal de cruceros, cuya pavimentación se cambiará en su totalidad. La zona oeste –donde se proyecta la fuente cibernética y cuya construcción está pendiente de resolución judicial– se dotará de bancos, zonas verdes, se construirá una barandilla en el cantil interior y se cambiará la iluminación. Al otro lado del muelle –donde se ubica la nave de Casa Pepe– se adecentará el espacio en el que se celebran los conciertos. Esta explanada continuará destinándose para este tipo de espectáculos y estará separada de la línea de atraque de trasatlánticos por una lámina de agua.

Los dos accesos al muelle también se remodelarán y se prohibirá el paso de vehículos por el más próximo a la dársena de A Laxe, donde se proyecta una paseo peatonal con palmeras. El espacio donde se ubican las naves de rederos se abrirán para el disfrute público y las estructuras se destinarán también para este uso en un futuro.

Además, un paseo de madera bordeará parte de la dársena de A Laxe desde donde atracan los barcos a Cíes hasta las naves de Casa Pepe, cuya concesión se rescatará en las próximas meses.