Las precipitaciones de estos días colocaron los dos embalses de Vigo en los niveles más altos de los últimos años, cerca del lleno, y la empresa concesionaria, Aqualia, decidió abrir las compuertas de las presas ante la llegada del temporal Xynthia como medida de precaución para rebajar las reservas. Según los datos facilitados por la compañía, Zamáns se encontraba ayer a primera hora al 95% de su capacidad, mientras que Eiras, diez veces mayor con un almacenamiento máximo de 22 hectómetros cúbicos, está al 85 por ciento.

El sábado cayeron en la ciudad 31 litros por metro cuadrado, según los datos del Instituto Meteorológico. Como medida de prevención ante el ciclón que atravesó Galicia, la concesionaria decidió reducir el nivel del agua embalsada. Las precipitaciones provocaron ayer que el Río Lagares desbordase en la desembocadura, inundando los márgenes. Sin embargo no ocurrió lo mismo en el centro, como temía el Concello, sobre todo en el entorno de la calle Olímpicos (Balaídos). Efectivos de Protección Civil permanecieron de guardia toda la noche al producirse la pleamar a las cuatro de la madrugada. La playa de Samil, por otra parte, recibió restos de bateas durante la jornada como consecuencia de los daños que provocó el fuerte temporal.

Los bomberos atendieron, asimismo, nuevas incidencias como consecuencia del mal tiempo. A mediodía retiraron restos de un muro en un colegio del Couto de San Honorato, mientras que una hora después, a la una, se desplazaron a la calle Párroco José Otero, donde se produjo un desprendimiento y existía riesgo de caída de restos de la cornisa de un edificio.

En Venezuela los servicios del parque de Balaídos retiraron también piezas de una cornisa, mientras que en Padre Seixas también se actuó por el peligro de caída de varias planchas de un edificio. Fueron retiradas por una dotación. También se registró un incidente en la avenida de Castelao, donde se sacó de la calzada la rama de un árbol.