La crisis ya alcanza los escalafones más altos de los profesionales liberales. Los notarios de Vigo (un total de diecisiete) están sufriendo en sus propias carnes las nefastas consecuencias de la pérdida de poder adquisitivo entre la ciudadanía y sobre todo del parón en el sector inmobiliario. Tanto es así que la firma de escrituras de compraventa de pisos y de formalización de hipotecas se redujo un 70% en relación a los anteriores años de bonanza para la promoción de viviendas, según afirma el delegado de distrito en Vigo del Colegio Notarial de Galicia, José Pedro Riol. “Éste era uno de nuestros ingresos fuertes”, lamenta.

Junto a la caída en picado de las escrituras de inmuebles, el conjunto de la actividad notarial ha experimentado un descenso más moderado, que Riol López cifra entre un 30 y un 45 por ciento. “Aunque tenemos menos ingresos y clientes, los gastos siguen siendo los mismos. Somos unas víctimas más de la crisis”, expresa el portavoz de los notarios vigueses.

Pese a la “mala fama” que llevan a sus espaldas estos fedatarios públicos -reconoce el representante del Colegio en Vigo-, los honorarios que reciben están fijados por ley. “Hace un año y medio que se acordó una reducción arancelaria en las escrituras de cancelaciones de hipotecas, independientemente de la cuantía de la misma. Si antes cancelar un préstamo hipotecario medio costaba unos 400 euros, ahora no supera los 100”, explica Pedro Riol, quien destaca que los documentos de ampliaciones de hipoteca son gratuitos.

La última voluntad

Para Riol el testamento es “el acto más importante de la vida”. Aunque uno carezca de propiedad alguna. En medio de un complicado panorama económico, las notarías de la ciudad han insuflado un pequeño balón de oxígeno al apreciar un “ligero incremento” en la tramitación de herencias. “Creo que no tiene nada que ver con la crisis, sino que las personas están más preparadas y quieren dejarlo todo arreglado cuanto antes”, considera este notario, con despacho en la Plaza de Compostela.

Cada vez resulta más frecuente que vigueses de 40 o 50 años acudan a la notaría para testar sus últimas voluntades. “Antes se esperaba hasta el último momento de la vida para hacerlo, pero eso afortunadamente ha cambiado”, apunta Riol, quien incide en que el precio para realizar un testamento no supera los 40 euros.

En cuanto a las soluciones a la complicada coyuntura económica que atraviesa el país, el delegado de distrito del Colegio Notarial de Galicia se muestra firme en su postura y critica que ni Gobierno ni oposición “hacen nada por acabar con la crisis”. “Lo que no se puede permitir a la banca es conceder pequeños préstamos de 3.000 euros con intereses del 13 y el 14%”, finaliza.