De las ciencias ocultas a las vivas

"Los océanos se funden, danzan la acrobática danza de la muerte y se pierden curvándose en remolinos grotescos". Una melodía con ecos siniestros acompaña a fragmentos de un poema del escritor pontevedrés Jorge Cuña Casasbellas. Y se abre el telón. Trasgos, meigas y diaños se echan al mar y toman el ecosistema de las algas, en un paso de las ciencias ocultas a las vivas. El bosque de especies que habitan en la costa gallega se convirtió durante años en el reparto de actores aficionados de este filme.

"La idea original surgió hace seis años, justo cuando acababa de presentar mi primer trabajo, también en la Semana de Cine Submarino. Se fue forjando poco a poco hasta que me fue posible embarcarme en él, con la oferta de participar en esta edición", explica Candán.

El objetivo del documental es "desmitificar el miedo y el asco que se tiene en Galicia a las algas, cuando la gente las ve en la playa", añade el vigués, aunque afincado en la Ría de Arousa, donde grabó gran parte de la obra.

A lo largo de los 30 minutos que dura el corto, la imagen en alta definición baila una coreografía perfecta con la música. No hay voz en off, salvo la lectura de la poesía. Sólo breves subtítulos contextualizan la acción. David Morales se encargó de la composición de una serie de piezas, que, con melodías de lo más versátil indican los cambios de escenario, de ritmo y de sensaciones. La Galicia mágica de feitizos y conxuros cambia ahora el sabor de la corteza al de la sal.

Ayer por la mañana, un grupo nutrido de estudiantes de la Facultad de Ciencias do Mar, fueron los afortunados que pudieron gozar de un inesperado preestreno, antes de la presentación oficial de esta noche. En estos momentos, Candán ya está sumergido. nunca mejor dicho, en un nuevo proyecto; esta vez, sobre Prometeo y las Oceánidas, basándose en una obra de Esquilo.