Socio fundador y hasta ahora vicedirector, Martin Curty asume la máxima responsabilidad del Instituto de Estudios Vigueses en un momento especialmente delicado y con el claro objetivo de tender puentes con el Concello y normalizar una situación que se ha vuelto tensa con el actual equipo de gobierno.

-Parece que las cosas están complicadas.

-Es una situación muy compleja, porque tenemos un grave problema de comunicación con la Concejalía de Cultura, de la que en cierto modo dependemos, y hace falta llegar a un acuerdo para salvar al Instituto y toda la dedicación y el trabajo que hay detrás, que es mucho.

-Habla de un grave problema de comunicación.

-Tremendo. Estuvimos yendo durante seis meses todas las semanas al Concello para concretar una reunión de trabajo con el Teniente de Alcalde, Santiago Domínguez, y no ha sido posible. Esta situación no la hemos provocado nosotros, pero tenemos claro que no vamos a regatear esfuerzos para solucionarla. Mi intención es que todo se pueda solucionar en un tiempo razonable y si no, lo que nos queda es armarnos de paciencia y aguantar, porque los veinte años del Instituto no se pueden tirar por la borda.

-¿La exigencia de que todas las publicaciones y comunicaciones del Instituto sean en gallego es una parte esencial del problema?

-Es un asunto menor, casi secundario, pero importante si se tiene en cuenta que el Instituto de Estudios Vigueses forma parte de la Confederación Española de Centros de Estudios Locales (CECEL), que depende del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y si hacemos un boletín sólo en gallego se pierde, Nos parece lógico que una parte de los contenidos vayan en gallego, respetando siempre el idioma en que escriban los autores de las colaboraciones. En el Instituto nunca hubo problemas con el idioma.

-¿Entonces hay más desencuentros?

-Posiblemente lo más importante sea el control de los contenidos que se pretende desde la Concejalía de Cultura, pues todas las colaboraciones tienen que llevar su visto bueno.

-Lo de la financiación parecer ser también otro problema.

-Bueno, hemos tenido un recorte de aproximadamente el 30% respecto a subvenciones anteriores, debido a la situación económica, pero eso no es lo más importante porque creemos que hay que buscar financiación extramunicipal para las publicaciones del Instituto. Hay que tener en cuenta que nuestro catálogo de publicaciones, que es muy extenso es, en estos momentos, de consulta obligada para cualquier investigador que quiera profundizar en asuntos relacionados con Vigo.

-Parece que tienen por delante una etapa difícil.

-Lo más importante es que en la última Junta General se pactó hacer todo lo necesario para recomponer el puzzle y hay el compromiso de arrimar el hombro por parte del resto de la Junta de Gobierno. Queremos que se normalice la situación y zanjar los problemas y vamos a hacer todo lo posible para ello.