Hace gala de carácter castellano y habla claro. El nuevo gerente del Chuvi concede sus primeras entrevistas el día que se celebra también la primera manifestación por la sanidad pública. El complejo hospitalario de Son Dureta que ahora mismo se construye en Mallorca -un modelo clásico de “concesión de obra” a una empresa privada- es el espejo en que mirarse, reconoce. Y su “ilusión” por el nuevo hospital de Vigo, es un sentimiento del que quiere contagiar a los 5.500 trabajadores, a lo que se suman 2.200 contratos eventuales cada mes. Una plantilla similar a la de Citroën. “¿Dónde está el motor de Vigo?”, bromea.

-Usted dijo cuando abandonó su anterior cargo: “Me voy con dolor de corazón, por un compromiso personal con el presidente de la Xunta”.

-Llevaba en León año y medio como responsable, con el proyecto de acabar las obras de ese hospital; entonces surgió una llamada y me ilusionaron con el nuevo hospital de Vigo. Cuando creo en algo, no lo pienso dos veces. “Con dolor de corazón” porque estaba trabajando a gusto y vine solo, con temores que pronto desaparecieron.

-¿Sabía que era una patata caliente?

-Todos los complejos con varios hospitales, ya sabes seguro que son complicados de gestionar. Aquí hay cinco edificios. Es un reto para mí, que llevo 17 años en la gestión.

-Con la que está cayendo hoy [por ayer] en las calles contra la financiación privada del hospital, ¿qué quiere decirle a la ciudadanía?

-Que sólo un modelo de financiación mixta puede hacer que se construya un hospital en cuatro años; de otro modo y para un centro de ese nivel, llevaría doce. Yo, como gerente, lo único que quiero es que se haga cuanto antes. Así, el plan funcional estará actualizado. Garantizo que habrá un hospital en ese tiempo, con la última tecnología y equipamiento, y más recursos de los que ahora. Y que la licitación será antes de fin de año; es un compromiso político. Ahora se trabaja en el pliego de condiciones de la concesión administrativa. Eso condicionará el futuro.

-La concesión que se prepara y se dará a la constructora del hospital, ¿engloba también otros centros de salud pendientes de hacer en Vigo, como se hizo en Baleares?

-No lo sé. Se hablaba de que se financiarán también de forma mixta, pero no sé si dentro de la misma concesión administrativa. La gestión global del hospital va a ser pública, por un gerente como ahora lo soy yo. Los servicios no sanitarios los explotará la empresa constructora, pero ahora ya los explotan empresas privadas. Y habrá que fiscalizarlas.

-Los detractores del modelo sostienen que el canon que se pagará a la empresa endeudará a la comunidad. La Plataforma pola Sanidade Pública eleva el coste de la obra de 299 millones a 2.010, en 30 años.

-No conozco ningún hospital por el que se lleve pagando treinta años. ¿Por qué se elige este sistema en toda Europa y en el resto de hospitales, independientemente del color político? ¿Todo el mundo se equivoca? ¿Por qué todas las comunidades cogen esta opción público-privada? Y más en un contexto de crisis. Está claro que la financiación privada está en todos los ámbitos, también en los públicos. Desde la recogida de basuras a los jardines municipales. Habrá que realizar los mecanismos de supervisión y control de la obra. Las empresas que lo construyan, no sabemos si serán varias o una UTE, tienen que adelantar el dinero y mientras no acaba la obra,no cobran nada de la Administración. Por eso digo que el riesgo vale dinero.

-La nueva construcción de Beade no supone un aumento gradual de camas. Serán 1.465, unas mil de ingreso. Pero ahora ya hay 1.250 en el Chuvi.

-Los recursos sobrepasan las necesidades. Se han medido dos parámetros: la frecuentación hospitalaria y la estancia media. El número de camas del Plan Funcional son más que suficientes con estos dos extremos altos.

- Mantienen hacer del hospital Xeral un centro de alta resolución. ¿No dejarán allí ni una cama?

-El Xeral queda como edificio no sanitario, también el Rebullón y el Cíes. El nuevo hospital tendrá 1.465, pero sumado al Meixoeiro y Nicolás Peña, serán dos mil camas. El nuevo hospital en conjunto con el área está suficientemente dimensionado para que no haya ningún problema asistencial.

-Los profesionales temen un recorte de plazas por la crisis, sobre todo los interinos.

-Estamos haciendo una evaluación de los puestos de trabajo. Que no se preocupen si son personas valiosas; van a estar.

-El nuevo equipo directivo que ha diseñado incluye técnicos de distintas áreas; algunos no médicos.

-El perfil que he pedido es técnico; de trabajador con experiencia en la gestión. Y otra cosa importante para mí es la lealtad. El director asistencial no es médico, es radiofísico; es bueno tener la otra perspectiva de profesionales, da visiones diferentes. Valoro la capacidad de trabajo y es la persona en la que más me apoyo cuando no estoy. La última incorporación, el director de gestión, viene de Pontevedra. Queremos reforzar la unidad de compras. El hospital factura una cantidad importantísima y creo que se pueden conseguir mejores precios [...]

-Han vuelto a realizar peonadas. ¿Cómo va el proceso de negociación con los médicos para trabajar por la tarde?

-Se está haciendo alguna actividad extraordinaria por la tarde, para procesos que no pueden esperar. Algunos médicos nos han propuesto trabajar por la tarde y estudiamos si aplicarlo a partir del año que viene.

-¿Medidas para frenar las listas de espera?

-Si operas más, va a haber más consultas y así, más lista de espera. No queremos que los pacientes en prioridad uno esperen más de lo que deben. Ése es el objetivo claro. Y tampoco podemos enfocar el hospital sólo a las urgencias. Entre los nuevos procesos de integración está una Unidad de Mama, con coordinación de los médicos de atención primaria. Se trata de crear un equipo multidisciplinar, de psicólogos, patólogos, ginecólogos y cirujanos, que actúe de forma protocolizada con el objetivo de evitar pérdida de tiempo.