El futuro del edificio de El Castillo ya está decidido. El alcalde aceptó ayer la propuesta de la Federación Provincial de Hostelería para ceder al sector este inmueble y construir allí el ansiado centro de formación que los empresarios esperan abrir a finales del próximo año., según confirmó el propio colectivo. Los hosteleros ya habían manifestado en reiteradas ocasiones su interés en ubicar en O Castro la escuela, pero las discrepancias dentro del propio gobierno local –el BNG apuesta por derribar la estructura para recuperar la muralla del monte– demoraron la decisión.

Los hosteleros no salen de su asombro. Tras una comida celebrada en un conocido restaurante de la ciudad, el regidor vigués, acompañado del edil socialista Santos Héctor, trasladó al presidente de Feprohos, José Magaz, que El Castillo "es el lugar idóneo para crear la escuela de hostelería". Los empresarios del sector mostraron su satisfacción por que el Concello atendiese finalmente su demanda. "A base de pelear, al final conseguimos nuestro objetivo", señaló Magaz. "Nos apoya totalmente y dijo que ahondará en el tema cuanto antes", añadió el portavoz. Queda así descartada la posibilidad de ubicar la escuela en el polígono de Navia.

Superficie

Según las estimaciones de la federación, se necesita un mínimo de 575 metros cuadrados para construir la escuela, que compartirá espacio con la sede administrativa del colectivo. La intención del Concello es ceder el edificio a los hosteleros, pero tendrán que ser éstos los que asuman la financiación (cifrada en un mínimo de 500.000 euros) de la reforma integral del inmueble, el cual se encuentra en estado de abandono desde principios de 2007, cuando caducó la concesión del restaurante El Castillo.

El sector considera que el emplazamiento que aceptó Abel Caballero está "en un lugar privilegiado". "Estamos encantados, el encuentro no podía ser más positivo", afirmó Magaz.

Los hosteleros confían en que la decisión "firme" del alcalde no se venga finalmente abajo por el rechazo del Bloque a darle algún uso al edificio, adosado a la antigua muralla de la ciudad. De todos modos, el concejal de Patrimonio Histórico, Dosio Álvarez, está pendiente de una reunión con la Xunta para consensuar los posibles usos o el derribo del inmueble, que deberá definirse en el futuro plan de reordenación de O Castro.