Una línea circular con tres microbuses eléctricos. El teniente de alcalde, Santiago Domínguez, y el concejal de Patrimonio, Eudosio Álvarez, explicaron ayer su proyecto para implantar un servicio de transporte público en el Casco Vello. Es una de las iniciativas que el gobierno vigués presentará a la convocatoria del Plan E para 2010, con la intención de ponerlo en marcha durante el primer semestre del próximo año.

La idea es adquirir cuatro vehículos –uno de sustitución–, dotados con baterías que les permiten doce horas diarias de funcionamiento autónomo con una frecuencia de diez minutos y que obligaría a contratar a diez conductores. "Hay que rehabilitar edificios, pero también mejorar la calidad de vida de los vecinos", resaltaba ayer Domínguez, que considera la iniciativa "complementaria" al proyecto del funicular entre Berbés y Praza do Rei, al que afirma "no se renuncia. Sólo se atrasa".

El recorrido previsto para los microbuses comenzaría en la Plaza de O Berbés y continuaría por calle Real, A Pedra, Plaza da Constitución, Chao, Poboadores, Paseo de Alfonso, Cachamuíña, Abeleira Menéndez, Porta do Sol, Praza da Constitución, A Palma, A Laxe, centro comercial y regreso a O Berbés. Se plantea como un servicio "a la carta", de tal forma que durante el recorrido, usuarios o vecinos podrán solicitar una parada aleatoria para subirse o bajarse en cualquier zona dentro del circuito preestablecido.

El proyecto requiere una inversión de 1,2 millones de euros más un mantenimiento anual de 320.000 euros. Durante los primeros dos o tres meses el servicio sería gratuito y mantendría precios especiales para residentes una vez consolidado, momento en el que Tenencia de Alcaldía pretende integrarlo en la red de transporte público de la ciudad.

Sólo tres empresas fabrican este tipo de vehículos de pequeño tramaño y accesibles a personas con movilidad reducida en toda Europa y será necesario, por su cuantía, sacar su contratación a concurso público. El proyecto de Vigo mira hacia otras ciudades portuguesas y españolas con iniciativas similares para solventar los problemas de comunicaciones en espacios reducidos. Se han revisado las líneas de transporte de Sevilla, Figueres, Málaga, León o El Ejido, así como Coimbra, Viseu, Portalegre o Bragança, en Portugal.