“Su vida es tu vida”. Con este eslogan desembarcaba ayer en Vigo el Foro Español de la Familia con una campaña de ámbito nacional que extenderá su “defensa de la vida” y sus argumentos en contra del aborto por todo el país durante 43 semanas, el tiempo de gestación del feto. La iniciativa está respaldada por Red Madre, organización que presentó en el Parlamento de Galicia en 2007 acompañada de 22.000 firmas una iniciativa legislativa popular para la aprobación de una ley integral de apoyo a la mujer embarazada.

“Con más cobertura y ayudas para las madres se pueden frenar los abortos”, asegura Mónica Fernández, presidenta de Red Madre Pontevedra. Ocho de cada diez mujeres que atienden deciden continuar adelante con su embarazo y su año de experiencia en la ciudad de Vigo le permite asegurar tajante que “la inmensa mayoría de quienes piden ayuda quieren tener el niño, pero no ven salida”.

El pasado año ofrecieron asesoramiento a medio centenar de mujeres y este año a más de una veintena llegadas a su oficina de toda la provincia, aunque en su mayoría proceden de la ciudad olívica. “La mitad son inmigrantes y la mayoría mujeres sin pareja con las que compartir la responsabilidad”, advierte la responsable provincial.

El grupo les ofrece apoyo psicológico, les informa de las ayudas públicas existentes, les tramite documentación, les busca cursos de formación, trabajo e incluso les facilita ropa o equipamiento para atender a sus hijos. Aconsejan pero “la última decisión es de ellas”, insiste Mónica Fernández, quien lamenta que soliciten ayuda “mujeres a las que su pareja abandona en el momento de comunicar el embarazo y con la crisi, cada vez más, parejas con hijos que no tienen recursos o mujeres a las que sus jefes obligan a elegir entre su empleo y su hijo”.

Tanto Red Madre como el Foro Español de la Familia, ayer representado en Vigo por su portavoz, Rafael Lozano, lamentan “la falta de ayudas públicas a las embarazadas” y denuncian que con su trabajo están cubriendo “una necesidad no satisfecha por las instituciones públicas”.

Llamadas a sus respectivas sedes en Madrid forzaron la apertura de delegaciones por toda Galicia. Ayudan a las mujeres que se enfrentan a un embarazo “imprevisto” y denuncian el “drama social del aborto” y la propuesta de una reforma de la ley “impulsada por los abortorios y por quienes ven el aborto como un negocio”, afirma Lozano.