Los hoteles de Vigo reciben hoy la Semana Santa con habitaciones libres y ofertas especiales en un intento por captar a los turistas más rezagados. La situación es preocupante pero los establecimientos parecen haber recuperado posiciones durante los últimos días y se encuentran ligeramente por debajo del 70 por ciento de ocupación. Las cifras son entre un 20 y un 25 por ciento inferiores al pasado año, pero en términos generales los negocios han superado las nefastas previsiones iniciales y superan la media gallega, cifrada en un 62 por ciento por la Federación de Hostelería de Galicia. Siguen siendo una excepción, pero la noticia esperanzadora de estos últimos días es que pese al mal tiempo, un pequeño grupo de establecimientos lograron encauzar la campaña y ocuparán la mayoría de sus habitaciones hasta el domingo.

Entran en este grupo “privilegiado” el hotel Zenit, cuyo director, Sergio Román, confirmaba ayer que el nivel de ocupación para jueves, viernes y sábado “se sitúa en el 80 por ciento, esperando cerrar en un 90”, que es la cifra alcanzada ya por el AC Palacio Universal, con nueve de cada diez habitaciones reservadas para hoy y hasta el domingo. “Podríamos llenar si el tiempo acompaña”, explican sus responsables, con mejores expectativas que la media del sector.

Con previsiones más modestas afronta los festivos la directora del Hesperia Vigo, Mónica Fraga, que espera una ocupación media del 75 por ciento, “un poco más alta para viernes y sábado”. El nivel de reservas entra dentro de las previsiones. No les ha sorprendido la bajada con respecto a otros años, pero sí destacan como algo negativo que “se acortan los días de vacaciones. El domingo nos quedamos casi vacíos”, lamenta el director del hotel Ciudad de Vigo, Miguel Tejada.

Frente a estancias de una semana, una de las características de esta Semana Santa es que “las reservas son como mucho de tres días”. Ese retraso en la llegada de los visitantes se debe también a que la mayoría de los turistas que eligen Vigo para descansar son españoles, proceden del centro del país y viajan en coche, pudiendo retrasar la partida hasta última hora para hacer menos pernoctaciones fuera.

Las familias ajustan al máximo sus presupuestos y recortan gastos, lo que explica que pese a sus paquetes especiales para estos días, hoteles importantes como el Ciudad de Vigo, “aún no llega a seis de cada diez habitaciones reservadas”, señalan sus responsables. En una posición intermedia está el hotel Bahía, , cuyo director y nuevo portavoz de los hoteleros vigueses, Jaime Fernández, aseguraba ayer que “la ocupación roza el 70 por ciento”.

Turismo rural

Nadie se escapa a las estreches de presupuesto que impone la crisis. La Asociación de Turismo Rural de Pontevedra (Agarimo), que engloba un total de 92 establecimientos, la práctica totalidad de los que funcionan en las Rías Baixas, reconocen haber recuperado “algo” en los últimos días, aunque ayer por la tarde la ocupación aún no llegaba al 70 por ciento. Sus responsables explican que “hay algunas casas llenas, pero son excepciones”, cuando otros años por estas mismas fechas era difícil encontrar habitaciones libres.

Val Miñor, peor que Vigo y con cancelaciones desde el lunes

Si en Vigo la situación no es boyante, aún pinta peor para los empresarios de hostelería del Val Miñor, que reconocen estar “peor que en la ciudad y con cancelaciones desde el lunes”. Así lo reconoce Ezequiel Simóns, portavoz de los negocios de la zona, quien espera que mejore el tiempo para animar en una zona tradicionalmente ligada al turismo de sol y playa.

“La gente es mucho más cauta este año y no se va a arriesgar sin garantías de que el tiempo no empeora”, lamenta Simóns, quien ayer reconocía que la ocupación media en los hoteles del Val Miñor “no llega a la mitad de las reservas. Estamos en torno al 40 por ciento”, aunque esperan subir varios puntos con la gente que se mueva dentro de Galicia a última hora si el tiempo acompaña.