Las tradicionales celebraciones con motivo de las fiestas navideñas están generando casos insólitos en la carretera que hasta sorprende a las fuerzas y cuerpos de seguridad. A la detención en la madrugada de la Nochebuena de un padre que conducía ebrio y con su hija de seis años en el regazo, se suma ahora el arresto de un vigués que pilotaba su furgoneta con una tasa de alcohol muy próxima al considerado como coma etílico.

En este nuevo suceso, la intervención partió de la Policía Nacional. Sobre la una de la madrugada del pasado miércoles, una patrulla se encontraba en la calle Martínez Garrido durante una misión rutinaria de prevención de la delincuencia._En ese momento observan la rocambolesca conducción de una furgoneta Peugeot. "Circulaba irregularmente, zizagueando y viéndose obligada a realizar un frenazo brusco para evitar una colisión con otros vehículos", según la descripción que consta en el atestado policial.

La actuación de la Policía fue inmediata. En pocos minutos consiguieron dar el alto al conductor y nada más intercambiar las primeras palabras con él confirmaron que presentaba "señales claras de encontrarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas". Y enseguida le practicaron la prueba de la alcoholemia, que como no podía ser de otra forma, arrojó un resultado positivo.

Más que eso._Fuentes policiales subrayaron a este periódico que se trata de una de las mayores tasas detectadas hasta ahora en conductores circulando por las calles de la ciudad: 1,43 miligramos de alcohol por un litro de aire expirado. _Un registro que supera en casi seis veces el límite máximo permitido (de 0.25), y que se sitúa al borde de lo que los médicos catalogan como_"coma etílico". "Cualquier prueba que supera el 1,0 miligramos ya es mucho, y cuanto más si te acercas, como es este caso, a los dos 2 miligramos", explican las citadas fuentes.

A empujones

Al conducir en esas circunstancias, el vigués J. C. M. G., de 55 años de edad, fue detenido al instante._Pero alguien no le sentó nada bien ese arresto._En concreto, a su hijo. Y hasta tal punto trató de impedirlo que llegó a "empujar a los integrantes de la patrulla policial"._Ante esta actitud, L. A. M.B., de 30 años de edad, también acabó en la comisaría de López Mora, y junto a su padre, pasarán a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia.