Ningún músico que se precie olvida dónde interpretó por primera vez en público una de sus composiciones. Y el grupo vigués Cómplices no es una excepción. Pero en su caso no tiene nada que ver con la reacción del abarrotado auditorio del Centro Cultural Caixanova. Mientras la pareja formada por Teo Cardalda y María Monsonís estrenaban la canción "Las penas con la sal del Mar" junto a la Coral Casablanca, muy cerca de allí sus hijos evitaban el robo del coche de sus padres en una céntrica calle de la ciudad.

Según fuentes policiales, el suceso se produjo en torno a las diez de la noche. Sobre esa hora, María y Teo se preparaban para subir al escenario. María confesó a miembros de la agrupación que minutos antes de que el director, Óscar Villar, anunciase su aparición ante el público había recibido la llamada de uno de sus hijos, en concreto del de 20 años. Le avisaba de que en ese momento veían a alguien en el interior del coche familiar, aparcado en la calle donde el matrimonio tiene su residencia, en Ronda Don Bosco. María, con los nervios previos al estreno de una canción y apurada por su salida al escenario, urgió a su hijo a que llamase a la Policía. No podía hacer nada más y dio por zanjada la conversación.

Angustioso estreno

En esas condiciones se estrenó "Las penas con la sal del Mar" -perteneciente al nuevo álbum que el grupo vigués sacará al mercado el próximo marzo- sin que ni el público y ni siquiera su marido, Teo, advirtiese en la voz o en los gestos de María los efectos de la angustiosa llamada. "Yo me enteré al acabar la actuación", confesaba ayer Cardalda a este periódico.

No es que desoyeran la indicación materna, sino que quizá los hijos debieron pensar que para cuando la Policía se presentase, el ladrón ya se habría esfumado con el coche. Así que optaron por bajar a la calle y plantar cara al delincuente. Y no lo tuvieron fácil.

Las citadas fuentes aseguran que el individuo permanecía "todo tranquilo" en el interior del coche sin que, al menos aparentemente, quisiera robar o el coche o algo de su interior. Sin embargo, cuando los hijos de "Cómplices" le pidieron explicaciones esgrimió una navaja. A partir de ahí, la escena se complica.

"Estaba dentro del coche fumando un porro. Parecía un okupa. No pasó nada pero el caso es mi hijo, el de 15 años, se hizo un corte en una mano", explica el padre. Porque el delincuente no se fue por las buenas. En el forcejeo para que abandonase el vehículo, uno de los hijos resultó levemente herido en una mano cuando consiguió arrebatarle la navaja tras una breve persecución. "De tanto ver películas de Bruce Lee", bromeaba Teo para razonar la valiente reacción de su prole.

Una vez que el ladrón huyó por las calles aledañas a Príncipe, los jóvenes Cardalda llamaron a sus padres para saber qué hacer. Cuando les confesaron que tenían la navaja, la madre, perpleja por el relato de los hechos, les pidió que se acercaran al Centro Cultural Caixanova. Y desde allí mismo, mientras el público abandonaba la sala, describían los hechos a los agentes.