El pavimento del tramo de la AP-9 entre Pontevedra y Vigo será renovado a partir de primeros de año. Es al menos la previsión con que trabaja la Consellería de Política Territorial, dentro de los acuerdos a los que llegó con la concesionaria el pasado mes de abril y que fijaban plazos de actuación para renovación completa del firme de la autopista.
"Una vez finalizado el trabajo en el tramo comprendido entre Santiago y A Coruña se debe iniciar la obra en el de Pontevedra a Vigo, de acuerdo con los criterios que se adoptaron por ambas partes", señaló un portavoz de la consellería.
Esos criterios se basan, exclusivamente en el grado de deterioro y en el tiempo que lleva en servicio el firme actual. De ahí que el primero en ejecutarse hubiese sido el de Santiago hasta A Barcala, en A Coruña.
El mal estado del firme en la autopista es una de las principales deficiencias que denunció la CIG durante la presentación de su informe sobre el estado de la AP-9. Un pavimento que, sobre todo en el tramo entre Vigo y Pontevedra, presenta graves deterioros y que cuando llueve origina "aquaplaning" por la cantidad de agua que se acumula en determinadas zonas.
Según lo acordado entre Xunta y concesionaria, el segundo tramo en ejecutarse la renovación del firme sería el que une la ciudad viguesa con la capital de la provincia.
El proyecto debe incluir además la colocación de nuevos paneles informativos para los conductores en los que se explique la situación del tráfico o posibles incidencias. Además, al igual que se hizo en el tramo del norte, se sustituirían las sujeciones de los quitamiedos que ponen en peligro la vida de los motoristas por otras homologadas. El cambio del firme incluirá también el repintado de las señales horizontales.
La deficiente señalización era otro de los elementos que se criticaban en el informe del sindicato nacionalista sobre las malas condiciones de conservación y mantenimiento de la autopista gallega.
Preocupación
Aunque la competencia sobre la AP-9 no es de la Xunta sino que pertenece al Ministerio de Fomento, la Consellería de Política Territorial sí quiso dejar claro que "el estado de conservación de este vial "es una de nuestras preocupaciones".
De hecho, desde el departamento que dirige María José Caride se insistía ayer en que "en más de una ocasión hemos presionado ante el ministerio para que adoptase decisiones que obligasen a la concesionaria a realizar mejoras". En ese sentido, se indicaba que en muchos años no se había procedido al cambio de firme en la autopista, sino que "solamente se hacían labores de cubrir baches", pese a ser un vial de peaje y que requiere mucha seguridad.