La calle Luis Taboada presenta un aspecto diferente cuando amanece. A partir de las seis de la mañana decenas de personas esperan haciendo cola cada día a las puertas de la Comisaría de Policía para coger número y poder expedir o renovar su permiso de residencia. Ante la inexistencia de una Oficina de Extranjería, estas dependencias policiales deben tramitar la documentación a inmigrantes de 25 ayuntamientos del sur de la provincia. Por el momento, ya son alrededor de 14.000 los extranjeros con los papeles en regla en el área de Vigo. Y la cifra va en aumento.

Los funcionarios de la comisaría reparten cada día más de cien números para el servicio de atención a inmigrantes. Cincuenta se dan a las 8.55 horas para el turno de mañana y otros tantos se entregan a las 13.55 para el de tarde, según explican fuentes policiales. Pese al horario ininterrumpido (de 9.00 a 20.00 horas de lunes a jueves) que se proporciona a los ciudadanos, la oficina se ve desbordada ante la enorme afluencia de extranjeros que acuden a ella.

"Llegué a las seis y media de la mañana y aquí estoy, esperando", dice un venezolano residente en Mos pasadas las 10 horas en las puertas de la comisaría. Él no es una excepción. Su historia se repite en numerosas ocasiones.

La Navidad, fuera de casa

La mayor parte de los inmigrantes que residen en la ciudad no podrán ver a sus seres más queridos estas Navidades. "Venimos a renovar nuestro permiso, que es necesario para poder salir de España y luego volver a entrar, como máximo en seis meses", explica una mujer mientras espera su turno. Quiere viajar a Perú pero no para pasar la Navidad, sino para traer a su hija.

La recesión económica está ahí, pero los extranjeros no la temen. "Aquí habrá crisis, pero en mi país, además de eso hay delincuencia y secuestros. Es mejor quedarse", lamenta un sudamericano bajo la lluvia. Y es que las dependencias de Luis Taboada no tienen cabida para todos los inmigrantes que necesitan de la tramitación de documentación. Excepto siete u ocho que pueden sentarse en el interior, el resto espera fuera por falta de espacio.