El llamado“mercado de la Ribera” es conocido por la enorme variedad de pescados y mariscos que ofrece a sus clientes. Es la plaza más cercana al puerto y, lo que es más importante, a la lonja.“La mayor parte de nuestros clientes son propietarios de restaurantes.Aunque también vendemos a particulares, son menos numerosos”, explica María Teresa González, dueña de “Mariscos Tere”en O Berbés. Centollo, bogavante, nécora, almeja, cigala o langostino son algunos de los productos que expone en su puesto.

Para demostrar la frescura de lo que vende,María Teresa tiene a la vista un acuario donde guarda el marisco vivo.Ahora son unas fechas óptimas para su negocio: la Navidad. Las cenas y comidas de empresa que se celebran en los restaurantes favorecen su bolsillo.También lo hacen, aunque en menor medida,los vigueses que acuden a comprar este exquisito manjar para Nochebuena y Nochevieja.“Por ahora estamos vendiendo bien, pero supongo que en los días previos al 24 de diciembre vendrán más compradores. La tendencia que estoy notando es que se retrasan las compras, se prefiere llevar el producto fresco y no adquirirlo con antelación para congelarlo”, dice la comerciante.Cuando se le pregunta por la diferencia entre el marisco de su puesto y el de una pescadería de un supermercado se ríe.“La calidad no es la misma,ni el sabor ni nada, no hay comparación”, dice convencida.

Maite es pescantina en O Berbés e indica que pescados y mariscos acaparan la mayor parte de las ventas del mercado.“Estamos al lado del mar y de la lonja, y eso se nota”, explica.Aunque no todos lo ejemplares son de la Ría, sí son frescos.