A 30 millas de distancia de Cíes y a una profundidad abisal yace sumergido el pecio del mercante francés Francois Vieljeux. Sus bodegas contienen un preciado "tesoro" que sin componerse de ningún metal precioso su cotización mundial fluctúa como si fuera oro: el cobre. Y el propietario de esta valiosa carga, la prestigiosa aseguradora británica Lloyd´s, no parece dispuesto a abandonarla en el fondo marino. Así que ha vuelto a encargar los trabajos para su rescate, con lo que ya van tres las misiones contratadas con ese mismo objetivo. En esta ocasión, una empresa especializada ha enviado al barco con bandera panameña Deepworker a realizar una prospección en la zona del hundimiento ocurrido en 1979. Ahora sólo espera la llegada de los permisos del Gobierno español para comenzar la extracción de 4.000 toneladas de cobre.

Los resultados son "alentadores", según fuentes de la armadora del buque rastreador, atracado en la actualidad en la terminal de cableros. Autorizadas por Capitanía Marítima de Vigo, esas primeras incursiones en la zona del pecio por medio de sofisticados equipos subacuáticos consistieron en un pormenorizado reconocimiento del fondo y del estado del casco del buque galo. Las mismas fuentes admiten que a falta de datos concretos sobre la cantidad de cobre que todavía oculta el mercante, sus estimaciones indican que podría alcanzar las 4.000 toneladas. Los expertos calculan -"con muchas reservas" por las oscilaciones que sube el precio del metal -, que el valor de esa carga podría rondar los 20 millones de euros.

La anterior misión fracasó. Asignada a la compañía Subsea Resources, ésta fletó el barco John Lethbridge. Apenas pudo iniciar los trabajos. En mayo del año pasado, la Consellería de Cultura acusó a su tripulación de un presunto expolio del afamado pecio del galeón Santo Cristo de Maracaibo. Estaban cerca las elecciones municipales y reciente la polémica en España por el rescate del tesoro de un barco español del siglo XVII por parte de la empresa norteamericana Odissey Marine.

Ante el gravedad de las imputaciones, Subsea se vio obligada a convocar una rueda de prensa para aclarar que "sólo estaban en Vigo por el cobre Francois Vieljeux". Sin embargo, el fiscal especializado en Patrimonio de Vigo, Carlos Gil, inició las investigaciones sobre la única base documental aportada por la Guardia Civil , que sostenía que el John Lethbridge había empleado, supuestamente, equipos de rastreo subacuático en la zona donde se sospecha puede estar sumergido el Santo Cristo, cerca de las islas Cíes. Al final, la Fiscalía archivó el caso por falta de pruebas y Subsea abandonó Vigo cargando contra el gobierno autonómico y con la amenaza de pedir daños y perjuicios.

De ahí que el Deepworker haya sido muy controlado en el mes que lleva en aguas viguesas. La escasa tripulación que permanece a bordo confirmó ayer que su armadora ya ha cursado la solicitud para extraer el metal, "y hasta que llegue la autorización no volveremos a zarpar". Su capitán está en el Reino Unido, por lo que no parece que la misión del cobre se vaya a reanudar de inmediato.