Los servicios de Urgencias están de nuevo al límite de sus posibilidades. Después de tres días de puente en los que se batió el récord anual de pacientes en los dispositivos de emergencias, la falta de camas disponibles volvió ayer a colapsar la entrada a los hospitales vigueses, donde a media tarde decenas de pacientes esperaban en los pasillos pendientes de ingreso, como ya ocurrió hace quince días.

La Dirección Provincial del Sergas reconoce que la situación es "complicada" y que en las últimas horas se han acumulado tanto en el Meixoeiro como en el Xeral pacientes ya diagnosticados pero a los que no ha podido ser asignada una habitación por falta de espacio en planta.

Los mayores problemas en esta ocasión se registran en el Meixoeiro, donde ayer por la noche esperaban familias que llegaron al hospital a las 14.00 horas del domingo. Sanidade atribuye los problemas concretos en el centro al perfil de su población de referencia, muy mayor y con dolencias crónicas, así como al aumento del porcentaje de urgencias con ingreso -casi dos de cada diez necesitan hospitalización-.

Otro de los argumentos que aporta el Sergas para explicar el atasco de las últimas horas es el elevado número de enfermos que acudieron a los servicios de urgencias durante los tres días de puente, un total de 1.897 personas. "El lunes se atendió en el Chuvi a 654 enfermos, el récord del año", aseguran desde el organismo, que contabilizó el domingo 649 personas y otras 594 el sábado, cuando la media en Vigo se sitúa entre 530 y 540.

Sorprende también en las estadísticas el incremento notable de las urgencias pediátricas, centralizadas en el hospital Xeral, donde uno de los días festivos se diagnosticó a 270 niños, cuando la media son 125.

Atasco general

El atasco en los dos hospitales provocó que ayer a última hora una docena de pacientes esperaran por una cama en un pasillo de Urgencias del Meixoeiro, mientras otros 77 aguardaban en la sala de espera a ser diagnosticados. "La presión de entrada es muy fuerte y como continúe así es previsible que la situación empeore", advertían desde CC.OO.

Una de las afectadas, Teresa, alertaba del "escándalo" después de dos días tirada con su madre, Purificación S.D., natural de Redondela, en un pasillo del Meixoeiro. "Es inadmisible. Llevamos desde el domingo con mi madre de 88 años con neumonía aquí apartadas en un pasillo con corriente. ¿Acaso es esto normal?", interroga a las enfermas que se le cruzan.

Así relataba Teresa su experiencia en el servicio de Urgencias, donde la relevaba ayer por la tarde su sobrina, Judith, que quedaba al cuidado de la paciente durante la noche. "Ya nos advirtieron de que no hay camas y que tenemos que esperar a mañana -hoy- a que den altas en planta a ver si hay suerte".

En el pasillo compartía espacio con otros once pacientes en camillas, algunos de los cuales cumplirán hoy dos días y medio pendientes de ingreso y tres en el hospital. Urgen refuerzos de personal "inmediatos