Comprende las reticencias de los vecinos de Coruxo, pero entre sus objetivos con la construcción de la nueva depuradora de Vigo no figura el quedar bien con todos. La principal preocupación del conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, es sanear la ría y garantizar el desarrollo de la ciudad durante los próximos treinta años. Ni siquiera le obsesionan los plazos. Asegura que "se cumplirán las previsiones, pero que las fechas no son la prioridad en esta infraestructura".

-Sometido el jueves a información pública el anteproyecto de la nueva EDAR, ¿cuándo estará listo el estudio de impacto ambiental para licitar las obras?

-Comienza un proceso complejo de consulta con distintos departamentos del gobierno y con los órganos de participación ciudadana, que debe concluir a mediados de febrero. Se prevé un periodo de alegaciones muy participativo, así que pido a vecinos y fuerzas políticas colaboración para que sea transparente y eficaz. La cuestión no es acabar un mes u otro, sino enriquecer el proyecto final.

-La fuerte oposición vecinal y un contencioso contra la actual planta no parecen el mejor escenario para actuar. ¿Se cumplirá con la fecha de 2011?

-La depuradora estará funcionando según los plazos previstos, pero hay que esperar al proyecto definitivo para concretar más. Las obras comenzarán en verano, pero advierto de que en un proyecto de esta envergadura no deben primar los plazos, sino garantizar el futuro de la ría y el bienestar de la ciudad y su gente. Vamos a cumplir las previsiones, pero no entraré en el juego de si el AVE llega el 2012 por la noche o el 2013 por la mañana.

-¿Entiende que los vecinos se sientan engañados por mantener la ubicación y que parte de la planta vaya en superficie?

-Los comprendo. Es humano lo que reclaman, aunque no comparto sus métodos. La Xunta no puede hacer imposibles y las capas freáticas de la zona no permitían soterrar más la depuradora. No nos gastamos 235 millones de euros para quedar bien con todos, sino para elegir lo mejor para la ciudad y garantizar el saneamiento de la ría en el futuro.

-¿Tiene la certeza de que ésta es la ubicación idónea?

-No hay duda. Trabajamos sobre propuestas municipales y ésta resultó de un acuerdo unánime de todas las fuerzas de la ciudad, por lo que desde la consellería dimos por cerrada cualquier otra alternativa.

-¿Cómo se compatibilizarán las obras de construcción con el funcionamiento de la actual planta? ¿Habrá más vertidos?

-Se trabajará con las técnicas más avanzadas para que la afección sea mínima, pero no hay duda de que en algunas fases del proceso la antigua EDAR funcionará en sistemas primarios, el más básico. Pero no es nada anormal. El deterioro actual de la ría es insuperable. Prácticamente será como está funcionando ahora, a un 25%.

-Además de una nueva EDAR, anunció mano dura con los vertidos individuales. ¿Se ha decidido alguna sanción?

-Tenemos una relación de puntos de vertido directamente tierra-mar y se trabaja en una propuesta de erradicación. Pero juntos suman el 5% del total de carga contaminante de la ría, y el resto todo procede de la depuradora.

-Con los controles y elegido el proyecto para la depuradora, ¿da por zanjada la amenaza de sanción de la UE?

-Nuestro compromiso va mucho más allá de lo exigido. Nos pedían una propuesta muy básica, y respondimos diseñando la mayor obra hidráulica gallega y con una campaña de inspección.