La semana más crítica del año a nivel de ocupación de camas y urgencias hospitalarias (como ha reconocido la autoridad sanitaria) se salda con más de una veintena de operaciones aplazadas en tres días. Esa es la cifra oficial.

La reprogramación de operaciones fue la fórmula aplicada ante la saturación del hospital Xeral y el colapso de las urgencias, con el objetivo de conseguir espacio donde ingresar a los pacientes urgentes. Así, se sustituyeron por cirugías ambulatorias -sin ingreso- para dejar camas libres en planta para nuevos enfermos.

A pesar de que, según el Sergas, la situación estaba volviendo a la "normalidad" de forma paulatina, ayer mismo se vieron obligados a reprogramar dos operaciones más. Anteayer habían sido diez y el martes, doce. En total, 24 intervenciones quirúrgicas. Y también se tuvieron que atender 475 urgencias, una cifra bastante menor y más próxima a lo habitual que en los días anteriores.

Ante el "colapso" de los servicios de Urgencias, como último eslabón de la cadena hospitalaria, el Sergas se planteó varias medidas de choque. El problema procedía de la ocupación total de "camas y pasillos" en el área de ingresos. Después de la crítica situación vivida el domingo, con 633 urgencias sanitarias (la cifra más alta del año), valoraron usar "todos los recursos" hospitalarios.

Así, se incluía la derivación de pacientes a otros hospitales, una práctica habitual. Los enfermos se con "cuidados intermedios" y de media o larga estancia, como suponen los pacientes más mayores y con enfermedades crónicas, se ingresan en el Hospital Nicolás Peña. Esta reorganización de recursos se conoce en la sanidad como "traslado intercentros".

Entre las otras medidas aplicadas se encuentra la agilización de las altas, que liberó espacio en los últimos días (por ejemplo, consiguiendo cuatro camas libres a media mañana del miércoles en el Hospital Meixoeiro).

Hasta ese momento hubo pacientes ya diagnosticados ingresados en los boxes de Urgencias y en los pasillos de las plantas de hospitalización.

Esta situación hizo que diferentes sindicatos se pronunciasen. CC. OO atribuyó el colapso a la escasez de la plantilla en el Meixoeiro, que registra una situación "peor", según esta fuerza sindical, que el hospital Xeral. Mientras, el sindicato sanitario O`Mega, que integra a médicos, denunció que los servicios "funcionan al límite" y que es el personal el que está trabajando "bajo mínimos y en situaciones tercermundistas". También vaticinaban una huelga del personal de emergencias.