Las vallas publicitarias de la ciudad comienzan a mostrar con mayor frecuencia sus esqueletos metálicos. La crisis las está despojando de sus vestimentas y algunas de las principales empresas del sector cifran la reducción de ventas en un cuarenta por ciento.

"Se está notando muchísimo. Las renovaciones están muy en el aire y muchos clientes de años están prescindiendo ahora de estos soportes. Es un error de libro, porque en momentos de crisis el que no se anuncia no vende, pero de momento tenemos que aguantar", confirma Noemí Docabo, responsable de la delegación viguesa de Clear Channel, que posee un centenar de vallas en la provincia.

En su caso, la ocupación actual se sitúa en torno al 60 y el 70% y los clientes piden mucha más información. "Ahora quieren ver la situación del cartel, los datos oficiales del EGM? Se lo piensan mucho", añade.

Las campañas de publicidad nacional aguantan el tirón, mientras que los clientes locales son los primeros en resentirse de la situación económica, confirma Camilo Caeiro, uno de los socios de Oia Servicios de Publicidad, con trescientas vallas repartidas por toda Galicia.

Alquilar una valla supone un desembolso de entre doscientos y doscientos cincuenta euros al mes y las empresas empiezan a "renegociar" algunos contratos, aunque sólo a clientes puntuales. "Tienes que seguir ahí, pero en la delegación de Zamora lo están notando más que aquí", revela Jacobo Pereiro, comercial de Portovalla.

Ante este panorama, las perspectivas para la temporada de Navidad son poco prometedoras. "Tenemos mil soportes en toda la comunidad. Los contratos se cierran entre la segunda quincena de noviembre y la primera de diciembre y las cifras están siendo inferiores a otros años. La gente está muy justa y tienen el presupuesto cubiertísimo", añade.

"Se está moviendo muy poco para esas fechas", confirma al respecto Docabo.

Pero el sector donde la caída del negocio ha sido mayor es el de las promociones inmobiliarias, donde alcanza el 50%. "Ahí se ha notado muchísimo. Ya no se anuncian las obras en el extrarradio", comenta Jacobo Pereiro.

"Fue donde primero lo notamos. La alarma sonó cuando nos quedamos sin promotoras que eran una apuesta segura y llevaban años sin fallar. A principios de verano algunas quemaron sus últimos cartuchos invirtiendo más en publicidad, pero no les ha compensado", añade la delegada de Clear Channel.

Las campañas públicas están compensando el descenso de ventas en el sector privado. "Este año se ha notado la diferencia tanto de la Xunta como de concellos. Antes no se invertía tanto", reconoce Noemí Docabo.