Jaime Corujo

Los conductores se vieron ayer de madrugada sorprendidos por dos importantes controles de tráfico, Uno de ellos en la autopista, en la entrada a la AP-9 desde Isaac Peral y plaza de San Lorenzo, y el otro en la calle Urzáiz.

El primero de ellos corrió a cargo de la Guardia Civil de Tráfico que, con varias patrullas, formó una especie de "embudo" para que nadie se escapara sin presentar a los agentes la documentación y soplar en el alcoholímetro. Este control se realizó desde la una hasta las seis de la madrugada y fueron muchos los vehículos indentificados, aunque el saldo de la intervención de Tráfico no fue facilitada.

El segundo dispositivo de Tráfico corrió a cargo de la Policía Local de Vigo entre las tres y cinco de la madrugada y en pleno centro de la ciudad. El escenario escogido fue la céntrica calle de Urzáiz, en el tramo comprendido entre Magallanes y Hernán Cortés, en sentido ascendente.

En total fueron 36 los vehículos controlados y se realizaron seis pruebas de alcoholemia, por las que cinco conductores fueron sancionados por un delito administrativo y otro por uno penal.

Además, otras tres personas fueron denunciadas por rebasar un semáforo en rojo, no tener superada la ITV y por carecer del seguro obligatorio, respectivamente.