Profesores y estudiantes trabajaban en la Facultad de Ciencias a primera hora de la mañana cuando los huelguistas irrumpieron en los pasillos y comenzaron a vaciar extintores y destruir la documentación que encontraban a su paso. Llegaron a entrar en algunos laboratorios y destruyeron muestras en las áreas de Fisiología Vegetal y Botánica.

Los manifestantes también realizaron pintadas, arrojaron basura, abrieron duchas y atascaron los sanitarios. "Nuestro sentimiento es de indignación e indefensión. Una cosa es el derecho a huelga, pero el salvajismo no se puede admitir", denunciaba ayer el decano de Biología, Pedro Pablo Gallego.

En la Facultad de Química los investigadores impidieron la entrada en sus laboratorios de los operarios de la limpieza, que arrojaron papeles por los pasillos. El grupo de trabajadores también causó daños en Económicas y Telecomunicaciones, además de ensuciar y realizar pintadas en el exterior del Rectorado.

La Universidad, a través de su gerente, ya ha puesto los hechos en conocimiento de la Subdelegación del Gobierno. En un comunicado oficial, Ana Fernández Pulpeiro, asegura que la institución no tenía conocimiento de la convocatoria de huelga y que, aun respetando las reivindicaciones laborales, "no puede permitir que se interrumpa el normal desarrollo de la actividad".

Los trabajadores de la Facultad de Ciencias mostraban su estupor por la virulencia de los huelguistas, cuyos actos calificaron de "vandalismo". "No sólo retiraban la documentación de los corchos, sino que la rompían. No han dejado ni las plantas", denunciaban.

El decano de Biología, cuyo laboratorio es uno de los afectados, asegura que las muestras destruidas eran utilizadas por alumnos que están elaborando sus tesis. "El daño es irreparable y muchas de ellas no se pueden recuperar. Se han quedado sin su trabajo personal. Es una mezcla de ignorancia y falta de respeto. No tengo palabras", critica.

Material tóxico

Gallego también se refiere a la "ligereza" con la que los huelguistas "abrieron armarios y arcones", puesto que en los laboratorios se almacenan productos tóxicos y muy inflamables. "Pudo ser mucho peor", añade.

Las clases no se llegaron a interrumpir y sólo se retrasaron unas prácticas, ya que el ambiente en los pasillos de las zonas afectadas era "irrespirable" debido a la polvareda que provocó el vaciado de los extintores.

El decano de la Facultad de Biología opina que los trabajadores de la limpieza "se han deslegitimado" al tolerar estos destrozos. "Han permitido que un grupo pequeño se una al resto y actúe con total impunidad", reprocha.