Centenares de personas participaron ayer en las celebraciones que diferentes colectivos vecinales organizaron para celebrar el Samaín, una fiesta pagana celta que conmemoraba el final de la temporada de las cosechas y que era considerada como su Año Nuevo y como una reverencia a la época oscura que estaba a punto de empezar con el invierno. Una tradición que llegó 3.000 años más tarde a Estados Unidos en forma de Halloween.

Las calabazas y las castañas se convirtieron en las protagonistas de unas celebraciones que ayer acogieron varios barrios de Vigo. Así, en Lavadores comenzaron a las seis de la tarde con la preparación de las calabazas en una actividad preparada por el colectivo vecinal. Tras vaciarlas, les pusieron "cara" cortando la parte exterior para colocar velas dentro de ellas a modo de lámparas con un aspecto ciertamente tenebroso.

En Navia fueron decenas las personas que se acercaron hasta la devesa para participar en la fiesta organizada también por el colectivo vecinal del barrio. Un taller de calabazas junto a la celebración de un magosto centraron una programación en la que no faltaron ni la música ni el teatro._La pócima Amerghin puso la nota más mágica a la noche.

También hubo fiesta en el Casco Vello. El colectivo vecinal organizó varias actividades que se desarrollaron desde las seis de la tarde en la Praza do Berbés. Junto a las ya tradicionales calabazas, los más pequeños disfrutaron con la animación de la compañía Rivel y, a las 20.00 horas, el grupo de música tradicional "O_Noso Lar", de la Asociación Veciñal Camiño Vello de Coia, puso el broche de oro.

Asimismo, la calle Príncipe contó con su actividad, organizada por los comerciantes. Un cuentacuentos se encargó de "aterrorizar" a los pequeños._Hoy seguirán a las 17.30 con un taller de fantasmas y también habrá fiesta en O_Freixo, a partir de las 19.00 horas.