Las obras de humanización en el entorno de Povisa que han obligado a reordenar el tráfico en las calles aledañas ya han suscitado las primeras críticas entre los conductores.

Ayer fue el primer día en que las calles Barcelona, Zamora y Salamanca se vieron afectadas por los trabajos. Los conductores que bajaban Barcelona, que pasó a tener doble sentido, mostraban su desconcierto ante el corte de Zamora entre Regueiro y Tarragona, así como del tramo que ocupa la calle Salamanca entre Gran Vía y Barcelona.

“Esto es un cristo, yo no sabía que había obras aquí, y mucho menos que se hubiese restringido el tráfico en Salamanca y Zamora”, decía un usuario. Las retenciones en la calle Barcelona, por donde se desvía ahora la mayor parte de la circulación, no fueron de gran envergadura, según confirmaron fuentes de la Policía Local.

Dos agentes estuvieron desde las diez de la mañana hasta las dos de la tarde regulando el tráfico en la intersección entre Salamanca y Barcelona. Las preguntas de los viandantes y conductores a los efectivos eran constantes, pues desconocían la nueva reordenación viaria.

Aparcamiento Residentes de la calle Barcelona, aparte de quejarse por la mayor carga de circulación que soporta esta vía, ya que provisionalmente es de doble sentido, critican la falta de plazas de aparcamiento. Los trabajos de humanización obligaron a deshabilitar un lado de la calle para estacionar. “No creo que las obras solucionen el problema de aparcamiento”, indicaba un vecino.