Cuando la seguridad de 50 mujeres depende de uno mismo. Esa es la responsabilidad con la que viven 24 horas al día los seis integrantes del grupo especializado en violencia doméstica de la Policía Local de Vigo. Son un equipo único en Galicia en el ámbito municipal y casi una excepción en España. Seis agentes comprometidos y con "plena disponibilidad" que velan actualmente por el cumplimiento de 250 órdenes de alejamiento concedidas a mujeres viguesas.

Ante la pregunta obligada de por qué no se incrementa personal para una mejor protección de las víctimas, el coordinador del Equipo de Vigilancia y Apoyo Social (EVAP) evita polémicas asegurando que "los trabajadores son escasos en todos los departamentos del cuerpo y, además, no todo el mundo vale para desempeñar este trabajo".

El ingreso en la unidad es voluntario pero se requiere formación específica y además "compromiso, implicación y disponibilidad total", una condición que por circunstancias familiares o de cualquier otro tipo muy pocos compañeros reúnen, por lo que las previsiones de mejora son de momento escasas.

Llevan siempre con ellos su inseparable teléfono móvil. "Estamos operativos las 24 horas y nos suelen llamar cuando ven al agresor en las inmediaciones de casa o detectan que ha intentado entrar al domicilio familiar", momento en el que se pone en marcha una investigación para dar con su paradero y llevarlo de nuevo ante el juez.

Exceso de responsabilidad

El responsable del grupo, al que no se identifica por motivos de seguridad, destaca que en su corta pero intensa historia han gestionado "un total de 360 órdenes de alejamiento, de las que permanecen activas unas 250". Esta circunstancia explica que cada agente tenga que hacerse cargo de entre 40 y 50 casos, aunque en periodos vacacionales o viajes fuera de la ciudad el cupo puede incrementarse.

Pese a todo, asegura que "la vigilancia está garantizada, porque duplicas esfuerzos como sea". Nada se deja a la improvisación y cuando uno de los policías tiene que ausentarse "se envía un mensaje a todas las mujeres que tiene asignadas y se le comunica un nuevo número con el que deben contactar en caso de urgencia".

Trabajo hasta 2012

Pero ante una agresión, quienes intervienen son agentes uniformados y no sería competencia estricta de la EVAP. Su papel es más bien preventivo y de investigación. Realizan un seguimiento a posteriori de que la mujer obtenga la orden de alejamiento, "las más breves con vigencia de seis meses y otras, resultantes de juicio, con hasta cuatro y cinco años, por lo que tenemos trabajo hipotecado hasta 2012", reconoce abrumado el coordinador.

El grupo empezó a funcionar de forma organizada en junio de 2006, tras la firma de un convenio entre el Concello y el Ministerio del Interior y está pendiente para próximas fechas un nuevo acuerdo con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para dotarlos de más competencias, como la posibilidad de acudir como testigo a los juicios en que se vean involucrados sus "protegidas".