Una defensa de Vigo, de sus potencialidades y proyectos de futuro. Sobre estos ejes giró el discurso que el alcalde, Abel Caballero, dio ayer en la celebración del Día de Galicia, un acto que se celebró en los jardines del Pazo Quiñones de León y que congregó casi seiscientas personas. Así, destacó la vertiente "cosmopolita e moderna" de una ciudad "para traballar e para vivir" y señaló que "é onde se traballa arreo día a día e con esa vocación tense convertido na capital real de Galicia".

Además, destacó el papel del municipio olívico como "bandeira económica" de la comunidad al estar "solidamente asentada sobre sectores productivos e industrias pegadas á economía real". Por ello, se mostró convencido de que "seguirá a ser, máis que nunca, o motor económico de Galicia" y superará todas las adversidades porque "non entende de movementos especulativos".

"Vigo respira actividade, é unha cidade en marcha", apuntó Caballero. Y como ejemplos enumeró los proyectos puestos en marcha o a punto de aprobarse, como el Plan Xeral, el AVE, el Plan Integra, la ampliación del puente de Rande, las nuevas autovías a Pontevedra y Porriño, las humanizaciones o los aparcamientos. También recordó la construcción del cuarto hospital, el futuro auditorio y la Biblioteca do Estado.

Además, apostó por ser un referente de la sostenibilidad, en alusión a la necesidad de la depuradora, y resaltó que la ciudad lidera el Pacto Europeo de los alcaldes para reducir las emisiones de gases contaminantes.

Por último, defendió que "é tempo da unidade, da marcha xuntos, das mans tendidas. De preservar a identidade de cada un, pero priorizando o xeral". "Vigo é unha cidade única, unha forza da natureza", concluyó.