A. Vila/M. López/S.Penelas / VIGO

Desaconsejado el baño en todas las playas del litoral vigués. La aparición de miles de medusas cerca de la orilla obligó al alcalde al ordenar la colocación de la bandera amarilla en los arenales, como medida de precaución. Aunque inicialmente se había colocado la bandera roja -prohibición del baño-, un primer análisis de los especímenes recogidos desveló que éstos son de baja peligrosidad.

El primer aviso de alarma se produjo a mediodía, cuando fueron detectados ejemplares de medusa en la orilla de la zona de Arganzada, en Samil. Operarios de la Concejalía de Medio Ambiente procedieron a retirarlos, en un número aproximado de cuatrocientos. Varios de ellos se enviaron al laboratorio Municipal para su análisis.

Con posterioridad, sobre las cinco de la tarde, miembros del servicio de Socorristas de Playas detectaron en el agua la presencia de más medusas, por lo que alertaron de nuevo al Concello. Dado el importante número de ejemplares, y por precaución, se izó la bandera roja en Samil, al desconocerse la especie de que se trataba. Al mismo tiempo, por los altavoces, se avisaba a los bañistas de que saliesen del agua. Lo mismo ocurría en el arenal de O Vao.

En ese momento se constituía en el Concello un mini gabinete presidido por el alcalde, Abel Caballero; la concejala de Medioambiente, Chus Lago; el edil de Seguridad, Xulio Calviño; el Coordinador de Playas, Carlos Alves; el responsable del Laboratorio Municipal y un técnico del ayuntamiento. En un primer momento se consideró el reabrir las playas al baño ante la posibilidad de que que la especie perteneciese a un grupo de baja peligrosidad. A las 18.30 horas, y una vez que los expertos del Departamento de Ecología y Biología animal de la Facultad de Ciencias del Mar confirmaron que las medusas eran de baja peligrosidad, se decidió colocar las banderas amarillas en todos los arenales del litoral, desaconsejando el baño a los usuarios. El grupo de científicos que se encarga de investigar el especimen de estas medusas, no obstante, siguió analizándolo a lo largo de la jornada de ayer.

Para los curiosos bañistas que se acercaban a la orilla preguntándose qué pasaba, en los arenales había patrullas de Protección Civil, así como miembros del Servicio de Socorrismo que los informaban en todo momento.

El gabinete que se constituyó en la Alcaldía se reunirá de nuevo a lo largo de la mañana de hoy para decidir si se retiran las banderas amarillas, con el informe de los científicos sobre la identidad exacta de las medusas ya sobre la mesa.

El alcalde, sin embargo, apeló a la tranquilidad de los bañistas, dado que se sabe con seguridad que las medusas pertenecen a un grupo no dañino y que sólo pueden producir urticaria, no grave salvo casos de hipersensibilidad.

Cantábrico y Mediterráneo

La presencia anormal de bancos de medusas en la costa viguesa es un fenómeno ya habitual en el Mediterráneo, que cada año acoge a un mayor número. Greenpeace alerta de que los gelatinosos triplican en algunas zonas al número de peces.

Durante el verano del año pasado, en sólo un mes, los servicios sanitarios de Cataluña atendieron a más de 3.000 personas por picaduras de medusa. Si echamos la vista atrás, en 2006 Cruz Roja de la comunidad catalana atendió a 15.000 personas y en el municipio alicantino de Javea la cifra alcanzó las 400 en sólo cuatro días. Las costa cantábrica, aunque no llegan a albergar la cantidad de medusas que acoge el Mediterráneo, tampoco se ha librado de estas especies y cada vez es más frecuente su presencia, como se comprobó este mismo verano.