Con cánticos de "Aleluya" y el himno gallego fueron recibidos ayer en el aeropuerto de Peinador los 35 peregrinos vigueses desplazados a Sidney para la Jornada Mundial de la Juventud, en la que Benedicto XVI congregó a más de 500.000 fieles. "Era impresionante ver una marea humana pasar por el Bridge de Sidney", señalaba Ángel Luis Aguiar, ingeniero naval de Barreras participante en la marcha.

"Aunque ha sido un viaje muy largo tanto en la ida como en la vuelta, ha merecido la pena", apuntaba el Padre Juan. "A todos nos ha sorprendido ver tanta gente joven reunida, sin alcohol ni sexo. Ha sido una experiencia muy buena", añadía.

Con pancartas, banderas españolas y con la música en directo de los grupos San Miguel Arcángel y Os trasnos da gaita -estos últimos financiados por la Diputación de Pontevedra-, padres, abuelos y hermanos abrazaban a sus familiares de vuelta a casa y a más de uno le saltaron las lágrimas. No faltaron los gritos "Viva el Papa", "Viva María Auxiliadora", "Viva el Espíritu Santo" y "Vivan los católicos".

En representación de la Diócesis Tui-Vigo acudieron a Peinador D. Jesús Gago, bicario general, y D. Benito Rodríguez, delegado diocesano pastoral juvenil. Hasta Vigo se desplazó un autobús completo con gente de la provincia de Ourense.

"No hay palabras para describir esta experiencia. Este viaje me ha cambiado y he podido comprobar que la Iglesia está viva y cuenta con la fuerza del Espíritu Santo", declaraba el joven Daniel Serrano, de 22 años. "La Iglesia actual va a pegar un cambio. Hay que hacer que los jóvenes se acerquen a la Iglesia porque Cristo no ha pasado de moda", añadía.

"Para que todo saliese bien nos encomendamos a Nuestra Señora de Fátima, y coincidió que el 13 de julio llegamos a Perth, el mismo día que se produjo la tercera aparición de Fátima a los pastores", recordaba Ángel Luis Aguiar.

La figura del Papa

Aunque la figura de Benedicto XVI parecía a estos peregrinos un tanto distante, tras este viaje afirman que"el Papa es un hombre muy profundo con una inteligencia brillante que ha conseguido en esa jornada llevar a la gente, y sobre todo a los jóvenes, a la adoración", tal como señalaba D. Manuel de Santiago y González, párroco de Santa María de La Guía. "Juan Pablo II había puesto a la Iglesia en la calle, y ahora Benedicto XVI busca la adoración de esa multitud", añadía.

"Al principio cuesta encontrarlo, pero el Papa tiene un carisma y un interior impresionante. Lo que me ha transmitido ha sido el mensaje de que todos estamos llamados a una misión", reconocía Daniel Serrano.

Este grupo de peregrinos ha adelantado que con las fotos y las vivencias de este viaje tienen previsto publicar un libro en octubre. "Nos va a costar resumir todo esto, pero es una ilusión que tenemos", decía el ingeniero naval.