Marineros y fieles rindieron ayer homenaje a la Virgen del Carmen en aguas de Canido, O Vao y Samil. Con una procesión marítima que partió a media tarde desde el muelle de Canido, numerosos devotos desfilaron por la ría en medio centenar de embarcaciones.

Previamente, los devotos habían trasladado la imagen desde la capilla de O Vao para después embarcarla en el muelle de Canido. Una vez en la ría, la procesión se dirigió hacia Samil, y después regresó para O Vao, donde se produjo una ofrenda floral en recuerdo de las personas fallecidas en el mar. El recorrido terminó una hora después con la vuelta de las embarcaciones bajo el puente de Toralla.

El momento más emotivo del acto religioso se produjo en el momento de la ofrenda floral, delante de la playa de O Vao, cuando marineros y fieles, a bordo de las naves, lanzaron flores al agua y cantaron la "Salve Marinera" en honor a la Virgen del Carmen, cuya imagen desfilaba en primer lugar. Los bañistas, que abarrotaban el arenal a esa hora de la tarde, siguieron, entre curiosos y devotos, la celebración.

El estado del mar, además, que se mostró en calma a lo largo del recorrido, facilitó que se pudiera cubrir todo el trayecto con normalidad.

La tradicional procesión de la Virgen del Carmen, cuya imagen se encuentra en el interior de la ermita de O Vao, congrega, anualmente a un importante número de fieles. Las embarcaciones desfilan engalanadas con flores y banderas, mostrando un colorido espectáculo en su recorrido por la costa. "Vengo todos los años, siempre que puedo; antes incluso subía en alguna embarcación, pero ahora ya no puedo", señalaba en el muelle de Canido una mujer de avanzada edad.De hecho son muchos los que intentan subir a alguna de las embarcaciones para realizar el tradicional recorrido de la procesión marítima, y también muchos los que no son capaces.

Y es que las fiestas del Carmen destacan por ser de las más esperadas y con más devotos entre la comunidad marinera de la ciudad. Pero el caso de esta procesión es especial.