Las multas de la "zona azul" se resisten a salir del Ayuntamiento. El concejal de Tráfico, Xulio Calviño, advirtió que todas las sanciones impuestas desde el pasado 9 de junio se harían efectivas. Ahora pone en duda su compromiso. Cerca de 9.000 boletos se amontonan desde entonces en el Concello. La falta de una autorización de la Agencia de Protección de Datos impide su tramitación. El edil socialista desconoce cuándo tendrán el visto bueno, y reconoce que las infracciones podrían quedar sin validez al expirar el plazo legal de tres meses que contempla la ley para poder notificarlas. Multas que se sumarían a las 120.000 que el Concello ya tuvo que perdonar hace un mes. "Después de todas las que han quedado sin cobrar hasta ahora y en años anteriores, lo de menos en este momento es que se anulen algunas más. Lo importante es legalizar y solucionar el problema para siempre. Y en eso estamos trabajando", argumenta.

El periodo medio de notificación de las denuncias a los infractores es de un mes y medio. Hasta el momento las denuncias más antiguas que todavía no se han tramitado llevan en el Ayuntamiento cinco semanas. Su cobro o anulación dependerá de la rapidez de la Agencia de Protección de Datos en dar el visto bueno al Concello. Las previsiones son poco halagüeñas. Tráfico espera por esa "luz verde" desde hace 30 días. No obstante, y si la aprobación llegara al Ayuntamiento a las puertas del mes de agosto, los funcionarios se encontrarían en torno a 15.000 denuncias a las que tendrían que dar salida a un ritmo de récord para que no expire su plazo legal y el Concello pueda cobrar al menos las últimas.

Dornier, la empresa concesionaria encargada de la gestión de la zona azul, va camino de cumplir once meses en la ciudad sin conseguir que ninguna de las notificaciones impuestas por los controladores se hayan podido hacer efectivas. El Concello ya condonó hace más de un mes las 120.000 sanciones que hasta aquel momento se habían denunciado. La falta de base legal de las multas obligó al Ayuntamiento a prescindir de los más de cuatro millones de euros que habrían engrosado las arcas municipales si se hubieran hecho efectivas.

Pese a que la gestión de las sanciones de la XER continúa estancada, los controladores de la "zona azul" trabajan con normalidad. Incluso ahora han multiplicado el número de multas que imponen a diario. Desde principios de este mes los vigilantes notifican una nueva infracción: aparcar durante más de dos horas en el lineado azul. Sanción que se suma a las anteriores, por no tener el ticket y por sobrepasar el tiempo contratado.