Ana Paula Vitorino no pasó por alto uno de los aspectos más relevantes de la presentación de ayer. Tras dejar claro que la futura conexión ferroviaria entre Oporto y Vigo "es rentable" y tendrá efectos "positivos para Portugal", garantizó que la nueva línea dispondrá de conexiones con el aeropuerto Sá Carneiro y el puerto de Leixoes. Y para demostrarlo, confirmó que ambas actuaciones se encuentran en estos momentos "en estudio", y que el objetivo de su gobierno es que las obras arranquen en 2010 para acabarlas en cinco años. El coste del trazado de estas dos bifurcaciones más sus respectivas estaciones asciende a 1.500 millones de euros.

Peinador, en desventaja

Portugal ya ha estimado las repercusión que tendrá la entrada en funcionamiento de esas conexiones. Por ejemplo, calcula que los pasajeros del aeropuerto de Oporto aumentarán en torno a un 20 por ciento. Teniendo en cuenta los numerosos destinos internacionales que oferta el Sá Carneiro, la incorporación de la Alta Velocidad también incrementará el número de clientes vigueses, dejando al aeropuerto de Peinador en clara desventaja.