Un año y medio de prisión y otros dos de retirada del carné de conducir. Ésta es la petición fiscal a la que se enfrenta un vigués acusado del atropello mortal de un anciano de 87 años ocurrido en un paso de cebra de la calle Caracas en mayo del pasado año. El conductor, Edelmiro S.G., afirmó ayer en el juicio que una furgoneta aparcada sobre el paso de peatones le impidió ver al hombre, que caminaba ayudado por un bastón. "Fue una fatalidad", declaró.

La fiscal lo considera responsable de un delito de homicidio por imprudencia grave al considerar que debió fijarse más e incluso haber detenido su vehículo ante el paso de cebra debido precisamente a los obstáculos que dificultaban la visión: además de la furgoneta sobre el paso, había otra en doble fila. La defensa, por su parte, solicita la libre absolución de su cliente y, de forma subsidiaria, que se consideren los hechos como una imprudencia leve. A los vehículos mal estacionados, el abogado añadió que el peatón fallecido "debió asegurarse que su paso no suponía una irrupción repentina en la calzada".

Los hechos ocurrieron a media mañana de aquel 21 de mayo. El acusado guiaba una furgoneta e iba acompañado de un compañero de trabajo. Tras recorrer la calle Bolivia, giró a Caracas, donde ocurrió el accidente. "Iba atento porque había un grupo de gente parada; al ver que nadie cruzaba, continué la marcha", dijo Edelmiro, para añadir que iba a sólo "diez kilómetros por hora". De repente, su acompañante le gritó "cuidado", pero el conductor ya había golpeado al peatón, José Pérez Gómez, que murió al día siguiente en el hospital.

Los policías locales que realizaron el atestado dijeron que la visibilidad era buena y que el anciano ya estaba en la mitad del paso de peatones cuando ocurrió el siniestro. Otros agentes, en este caso del Cuerpo Nacional de Policía, señalaron sin embargo que los vehículos dificultaban la visión.