No sólo trabajan en los departamentos de investigación de multinacionales como Google o Symantec, también crean sus propias empresas, en concreto, más de una decena durante los últimos cinco años y alguna de ellas ya ha abierto delegaciones fuera de la comunidad.

El porcentaje de empleo de los ingenieros informáticos técnicos y superiores que se titulan en la escuela ourensana ya "roza el cien por cien", pero su director, Enrique Barreiro, augura unas perspectivas "necesariamente fantásticas". Su razonamiento se basa en que vivimos en una sociedad "soportada por las aplicaciones informáticas" y que la empresa gallega y española deben adaptarse a los nuevos tiempos.

"Tienen un problema de productividad y competitividad importante y una de las vías por las que pueden salir es el uso intensivo y adecuado de las TIC (Tecnologías de la Información y el Conocimiento). A veces se invierte en ellas sin contar con un proyecto coherente y los empresarios deben contratar a un ingeniero informático para ello", aclara.

Otra de las futuras salidas de los titulados es el software libre, bien para implantarlo desde dentro, sea cual sea el tamaño del negocio, o a través de consultoras: "La Xunta lo está impulsando en su plan estratégico. El software de propietario tiene su razón de ser, pero hay aplicaciones que se pueden cubrir con el libre. Serán dos modelos de negocio complementarios".

El software libre centrará el primer máster que impartirá la escuela desde octubre y que además de programación, incluye módulos de seguridad, consultoría legal o herramientas de inteligencia de negocio.

Demandas empresariales

Frente a las escuelas de Santiago y A Coruña, la ourensana presume de ofrecer una formación acorde con las demandas del mercado para lo que incluye asignaturas de economía. "Preparamos a nuestros alumnos para ser ingenieros, pero sin perder de vista las competencias transversales que piden todas las empresas como visión de negocio, capacidad de liderazgo o facilidad para expresarse. No nos centramos en la programación, para eso ya está la FP. Se trata de poner el techo profesional del titulado lo más alto posible", destaca Barreiro.

Para potenciar aún más esta relación, la dirección del centro cuenta con empresas como R, Vodafone, Citroën o IBM en un comité asesor para la elaboración del nuevo grado, que empezaría a impartirse en 2009 y que tendrá dos orientaciones "para garantizar la máxima empleabilidad": ingeniería del software y tecnología de la información. "Llevamos meses definiendo las competencias que deben tener nuestros egresados y ahora estamos diseñando las asignaturas", explica.