Las mujeres maltratadas que necesiten estar en un lugar de acogida en Vigo podrán hacerlo a partir de la próxima semana. Tras el cierre de la Casa de Acogida, producido el pasado lunes por decisión municipal, la Diputación Provincial decidió ayer, en su junta de gobierno, iniciar el expediente urgente para poder firmar un convenio con el colectivo Alecrín, a fin de que se disponga en la ciudad de una nueva instalación.

La vicepresidenta de la Diputación, Corina Porro, anunció que el organismo provincial aportará a dicho convenio una cantidad de 55.000 euros hasta finales de año, "para financiar un piso de acogida que estará dotado de todos los servicios".

El piso estará gestionado por Alecrín, colectivo que ya lo hacía, hasta el pasado lunes, en la Casa de Acogida. Su presidenta, Ana Míguez, manifestó que "dispondremos ya de un piso, en el que trabajará parte del personal que lo hacía en la Casa de Acogida y que actualmente está en el paro, porque ya tiene experiencia en este tipo de empleos".

Convenio

Corina Porro puso de manifiesto que la Diputación mantenía, desde hace años, un convenio con el Concello para financiar parcialmente la actividad de la Casa de Acogida. Dicho acuerdo suponía una aportación anual de 107.000 euros, en el último presupuesto del organismo provincial.

"Recibimos un escrito de la concejalía de que quedase en suspenso el mencionado convenio, porque su intención era abrir una nueva instalación", recalcó Porro, para añadir: "En estos momentos Vigo no dispone de ninguna alternativa para las mujeres maltratadas, por lo que hemos decidido emplear el dinero que quedaba por gastar en financiar una instalación adecuada".

El borrador del convenio entre la Diputación y Alecrín ha sido ya redactado y se aprobará en la reunión de la junta de gobierno provincial del miércoles de la próxima semana. "Nuestra intención es firmalo al día siguiente, 10 de julio, para que entre en vigor de inmediato", insistió la vicepresidenta.

Crítica

Porro no ahorró críticas a la propuesta del gobierno municipal vigués de clausurar la Casa de Acogida para poner en marcha una nueva instalación. "Pretenden montar una especie de albergue en el que no solamente se acoja a mujeres que han sufrido violencia doméstica sino también a aquellas que tienen otros tipos de problemáticas, lo que parece una idea peregrina, porque no se deben mezclar casos tan diversos, estamos en contra de esa medida", subrayó.

Esa tesis es compartida por la presidenta de Alecrín, que aboga por un espacio especializado para atender exclusivamente a las víctimas: "No se puede pretender que en un mismo escenario convivan mujeres que han sufrido malos tratos con aquellas que tienen problemas de drogodependencia o de indigencia. Es confundir a las víctimas con casos claros de marginalidad".

El inicio de la actividad por parte de Alecrín se hará de forma inmediata. Porro indicó que "cuanto antes se pueda trabajar mucho mejor, por eso tramitamos el expediente con carácter de urgencia".