Escribió Vigo, la ciudad que se perdió como un desahogo personal que, desde su publicación en 1991, se ha convertido en el libro con más éxito sobre la ciudad al llegar a su quinta edición, todas ellas a cargo de la Diputación de Pontevedra. El presidente del organismo provincial, Rafael Louzán, presentará esta tarde la última edición de la obra durante el acto institucional de inauguración de la sede viguesa de la Diputación.

- ¿Por qué "Vigo, la ciudad que se perdió"?

- Porque era necesario sensibilizar a los vigueses y también a las autoridades municipales ante lo que estaba sucediendo en la ciudad, con la destrucción sistemática de su patrimonio arquitectónico y urbanístico. Y por un sentimiento de impotencia ante las atrocidades que se estaban cometiendo.

- Que haya alcanzado ya su quinta edición es fiel reflejo de que en buena parte el objetivo se ha cumplido...

- Bueno... Al menos en la parte de la divulgación. Son ya en total siete mil los ejemplares en sucesivas ediciones de 1991, 1992, 1994, 2001 y la que acaba de salir de la imprenta. Nunca un libro sobre Vigo tuvo tantas reediciones y conviene destacar que a partir de la cuarta edición tiene algunas ampliaciones, los tres últimos capítulos, muy gráficos que se centran en perfiles del Vigo antiguo, arquitecturas modificadas, ampliadas o sustituidas y por último, la degradación urbanística.

- Para muchos vigueses o para quienes aman la ciudad es una especie de libro de cabecera...

- Y que deberían leer sobre todo los políticos que acceden al Concello, para sensibilizarse y así conseguir una ciudad más hermosa.

- Se podría decir que son muchos libros en un libro...

- Tiene muchas lecturas. Hay una parte nostálgica, otra de indignación por la desaparición de edificios y conjuntos urbanos de gran interés, otra de tristeza, otra utópica... Hay también un componente histórico y de investigación que es muy interesante.

- ¿Qué parte le gusta más?

- Aunque a alguien le sorprenda, quizá lo más importante sean los pies de foto. Letra pequeña pero interesante porque aparece la opinión, la crítica... Con que la gente los lea, me doy por satisfecho.

- ¿Es, de todos los publicados, el libro del que más orgulloso se siente?

- Me gusta que mis libros sean muy divulgativos y muy gráficos para que no haya lugar al engaño. Intento que las cosas se lean y se vean. Es la mejor manera de sensibilizar a los lectores. Pero Arquitectura da pedra en Vigo es el libro que hice con más cariño.

- ¿Hay lugar para una segunda obra sobre la ciudad que se perdió?

- Sin duda, porque sigue existiendo mucho material.

- Algo habrá cambiado la ciudad desde que salió la primera edición hasta hoy...

- Hay que reconocer que urbanísticamente la situación está mejorando. Se están recuperando bajos comerciales y hay más protección y buenos profesionales de la arquitectura realizan excelentes rehabilitaciones. Y ahí está la recuperada farola de Urzáiz, que se ha convertido en un símbolo. Y como contrapartida, la pérdida del conjunto de escalera y patio interior del edificio Odriozola, que fue demolido.