Y llegó. A pesar del mutismo que caracterizó los días previos al concierto de Bob Dylan en Vigo, la llegada del legendario cantante soplaba en el viento ayer por la tarde. Supuestamente ya durmió en un hotel cercano al centro esta noche. La cuarta visita a Galicia de la voz más genuina de Minnesota vino acompañada de restricciones: nada de fotográfos, como ya se sabía, ni tampoco pantallas gigantes en el concierto -se repite lo ocurrido en Santiago de Compostela el último año Xacobeo-. Esta última petición era confirmada anoche por fuentes próximas a la organización, que insistieron en que no se encenderán por decisión del músico y no por voluntad de los que ponen todo a punto para que hoy a las 21.30 estrene su último disco, "Modern Times", en el Ifevi.

¿Excentricidad o timidez? Lo cierto es que el directo de Dylan tendrá que conquistar de cerca a los casi seis mil fans que ya habían comprado entradas ayer y que deberán apretujarse en las primeras filas para quedarse en la memoria con los primeros planos del concierto.

Entre los pocos datos que han trascendido a la celosa discrección del artista, está que lo acompañan nueve personas más del grupo tras su última actuación en Pamplona. También, que la prueba de sonido se desarrollará a primera hora de la tarde en el Ifevi. Quizás entone con alguno de sus temas-himno de la música del silgo XX. El escenario donde actuará comenzará su montaje por la mañana. También parece confirmado que el catering -para el que pidió una cocina exlusiva porque trae su propio servicio- se servirá en el interior del recinto ferial. Sin lujos, ni extravagancias.

Bob Dylan se convirtió con el álbum que hoy presenta en Vigo en el solista más veterano que llegó al número uno en Estados Unidos. En 2007 fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes por ser un "mito viviente" de la historia de la música popular y "faro de una generación que tuvo el sueño de cambiar el mundo".

Sin duda, hoy actúa uno de los músicos más influyentes de la música contemporánea, tras cerca de 45 años de carrera y prolíficos, con más de treinta álbumes en solitario a sus espaldas. Editó su primer álbum en 1962 y se dio a conocer como poeta del folk. El éxito llegó un año más tarde, con su segundo trabajo "The freewheelin Bob Dylan", que incluía el mítico Blowing in the wind o A Hard Rain A-Gonna Fall. A mitad de la década de los 60 introdujo concesiones a las guitarras eléctricas, lo que le valió las críticas de los puristas del folk. De esos años datan "Highway 61 Revisited", del que forma parte Like a Rolling Stone, y "Blonde on Blonde".

Querrá supervisar en persona los últimos detalles del concierto, cuya gira comenzó en Zaragoza en la Expo del Agua y con versión propia. Será la tercera parada de un periplo que recorrerá 11 ciudades españolas en verano. El encargado de animar el auditorio desde las 20.30 será Pedro Javier Hermosilla. ¿Actuará de cara o espaldas? La única respuesta será verlo en directo.