Ni un euro más. Los responsables de la Gerencia de Urbanismo elevarán mañana al consejo de la Gerencia la propuesta de rechazo a la petición de la Entidad Local Menor de Bembrive para tasar de nuevo la parcela de 160.000 metros cuadrados que expropió en su día el Concello. El suelo se destinó a la ampliación del campus universitario. La administración municipal pagó el año pasado 440.000 euros por el terreno tras firmar un nuevo convenio marco con la entidad parroquial. Después el alcalde pedáneo solicitó una nueva valoración de los terrenos.

Las discrepancias entre ambas partes sobre el precio desde el principio del proceso, hace ya más de una década, llegaron a los tribunales, y todavía está pendiente de resolverse un recurso en el Supremo presentado por la Entidad Local. El Jurado de Expropiaciones avaló inicialmente la tasación municipal al considerar el suelo como forestal, pero posteriormente la elevó a 2,8 millones al concluir que la parcela era de utilidad pública para la parroquia. La resolución no convenció a ninguna de las partes, que recurrieron al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Éste dio la razón al Concello al fallar que la parcela es dotacional para uso universitario y que el único aprovechamiento posible era el forestal. La Entidad apeló al Supremo, que aún no se pronunció.

Revisión

El informe que se presenta al consejo señala que el año pasado, con la firma del convenio marco, parecía haber quedado resuelto el contencioso. El Concello, en virtud del acuerdo suscrito en el último tramo del anterior mandato, incrementó el presupuesto para la parroquia en 100.000 euros, y se preveía que la Entidad renunciase al recurso en el Supremo. Cuatro meses después, el Concello abonó los 440.000 euros. Sin embargo, el alcalde pedáneo, Benito Pérez, pidió en noviembre que se revisase la tasación.

Los técnicos concluyen que no ha lugar a otra valoración al argumentar, entre otros motivos, que la Entidad suscribió un convenio marco; recordar que el suelo está destinado a un equipamiento público; y resaltar que, por proximidad, el campus beneficia a la propia parroquia.