La noche de San Juan supone una prueba de fuego para los servicios municipales de limpieza. Miles de personas congregadas en los arenales y cargadas con bolsas de comida y bebida para pasar la noche al aire libre. Una jornada inolvidable para los vigueses y para los trabajadores del concello, que empezaron de madrugada la limpieza de las ocho toneladas de residuos acumuladas en las playas, principalmente en las de Samil y A Fonte, que un año más se convirtieron en los principales destinos para espantar el "meigallo".

Un grupo de 22 operarios trabajaron sin descanso hasta las nueve y media de la mañana respaldados por dos camiones de caja abierta, tres tractores y un furgón, en los que se cargaron los 8.000 kilogramos de plásticos, botellas, residuos orgánicos y cenizas de las hogueras de las playas.

Con menor afluencia que otras noches, a la zona centro se destinó una brigada de tres operarios, un camión, un tractor, una baldeadora y otros dos operarios de apoyo en O Berbés para retirar los 3.000 kilos de basura que dejaron en la vía pública los asistentes a la hoguera más multitudinaria del casco urbano y los otros 3.000 depositados por las calles de O Calvario.

El refuerzo del servicio durante los fines de semana y en noches especiales como la de San Juan permitió recuperar la normalidad en los arenales y en el centro de Vigo antes de las diez de la mañana.

Con el buen tiempo aumenta las noches de viernes y sábado el número de participantes en los botellones de Plaza de la Estrella, Montero Ríos y O Castro, de donde este último fin de semana se retiraron 20 toneladas y media de basura, a las que se suman las 70 recogidas por la concesionaria en Samil, que en verano se convierte en uno de los lugares preferidos por los jóvenes para beber. Las cifras se mantienen elevadas y alrededor de las 90 toneladas desde principios de mes y se espera que continúen todo el verano.